Por @Wicho — 28 de Octubre de 2016

Restos de Schiaparelli en detalle
Restos de Schiaparelli en detalle – NASA/JPL-Caltech/University of Arizona

Tal y como estaba previsto la cámara HiRISE de la Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA ha tomado nuevas imágenes en alta resolución de los restos de la sonda Schiaparelli de la Agencia Espacial Europea y Roscosmos.

A diferencia de las primeras imágenes que tomó con la cámara de contexto, que tenían una resolución de 6 metros por pixel estas tienen una resolución de 29,5 centímetros por pixel, lo que ha permitido tanto corroborar lo que se intuía en las primeras imágenes como ver alguna cosa más.

Se confirma que el manchurrón de 15×40 metros que se veía en las primeras imágenes se corresponde en efecto con el lugar de impacto de Schiaparelli contra la superficie marciana a más de 300 kilómetros por hora tras caer de una altura de entre 2 y 4 kilómetros. Pero en las nuevas imágenes se aprecia un punto central de color oscuro y unos 2,4 m de diámetro que es el punto del impacto propiamente dicho.

La zona oscurecida alrededor es más difícil de explicar ya que Shciaparelli debía estar cayendo prácticamente a plomo. Quizás la haya causado la explosión de los depósitos de combustible de los cohetes de frenado, que estaban prácticamente llenos en el momento del impacto, aunque aún no está claro del todo; la mancha curva que se ve arriba y a la derecha tiene a todo el mundo despistado, al menos por ahora.

Como a 1,4 kilómetros hacia el sur se pueden ver el paracaídas y la cubierta posterior de Schiaparelli y en esta nueva imagen se puede ver también el escudo térmico a otros 1,4 kilómetros al este.

En futuras pasadas la MRO volverá a fotografiar los restos de Schiaparelli en distintas condiciones de iluminación, lo que permitirá estimar mejor la velocidad de impacto según la profundidad del hueco.

Mientras tanto en la ESA siguen analizando los datos recibidos de Schiaparelli con la intención de dilucidar qué fue mal en su aterrizaje, aunque por ahora todo indica que el fallo estuvo en un problema de software entre el radar que medía su altura sobre la superficie y el software de guiado, lo que podría haber hecho creer al ordenador de a bordo que la sonda ya estaba en tierra cuando aún le faltaban kilómetros para alcanzarla.

Como decíamos hace unos días si en efecto se trata de un fallo de software eso sería más fácil de remediar que si el fallo está en el diseño del hardware, aunque la pregunta es cómo es posible que se le haya colado a todos los controles que –suponemos– se han hecho antes de lanzar la sonda.

Otra posibilidad de la que se empieza a hablar es que Schiaparelli osciló excesivamente tras el despliegue del paracaídas, lo que habría confundido al sistema de navegación, llevándolo a soltarlo y a apagar los motores antes de lo previsto.

En cualquier caso zveriguar todo lo posible de este fallo es fundamental de cara al lanzamiento del rover ExoMars 2020… Pero además a la ESA le corre cierta prisa poder dar una explicación plausible de lo que fue mal de cara a la reunión de los ministros del ramo prevista para diciembre de 2016.

(Alguna información extra vía Daniel Marín).

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