Por @Wicho — 10 de junio de 2020

Don't Stop Me Now en la plataforma de lanzamiento - Rocket Lab
Don't Stop Me Now en la plataforma de lanzamiento - Rocket Lab

Aplazado desde marzo por la pandemia de COVID–19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 todo está listo para el lanzamiento del cohete Electrón de Rocket Lab bautizado como Don't Stop Me Now (PDF). Es un lanzamiento compartido por la NASA, la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO) y la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW).

El nombre y el parche de esta misión están dedicados a Scott Smith, miembro de la junta directiva de Rocket Lab y amigo del equipo que falleció en febrero de 2020. El S.S.S. del parche representa su nombre completo, Stanford Scott Smith mientras que Don't Stop Me Now era su canción favorita de Queen.

La NASA lanza el cubesat Andesite, que a su vez desplegará ocho picosatélites. Volando en formación medirán las corrientes eléctricas que entran y salen de la atmósfera. De la NRO se sabe que son tres los cacharros a poner en órbita pero poco más. La UNSW, por su parte, lanza el M2 Pathfinder como un demostrador tecnológico para hacer pruebas de desarrollo para el RAAF M2.

El Electrón, con 17 metros de alto, 1,2 de diámetro, y un peso al lanzamiento de 12.250 kilos, es un cohete de tres etapas construido íntegramente en fibra de carbono. Su motor, impreso en 3D, utiliza bombas eléctricas para mover el combustible en lugar de las turbobombas a gas de los cohetes más grandes, lo que lo hace más sencillo, barato y en principio más fiable. Está pensado para colocar cargas de entre 150 y 255 kilos en órbita sincrónica al sol, un segmento de mercado con gran demanda, aunque puede alcanzar otras órbitas si el cliente así lo necesita.

El Don't Stop Me Now en concreto despegará desde la Plataforma de Lanzamiento A del Complejo de Lanzamiento 1 (LC-1) que la empresa tiene en la península de Mahia en Nueva Zelanda. La ventana de lanzamiento va del 11 al 24 de junio y de las 6:43 a las 8:32, hora peninsular española, cada uno de esos días. Si no te pilla por Nueva Zelanda se podrá seguir a través de Internet desde unos quince minutos antes de que se abra la ventana de lanzamiento.

A diferencia de los dos lanzamientos anteriores su primera etapa no llevará a cabo un descenso como si fuera a ser recuperada para que Rocket Lab pueda recopilar datos. Esos dos lanzamientos ya demostraron que la primera etapa puede sobrevivir a la reentrada. Lo que les queda es capturar una en el aire a la vuelta de un lanzamiento para luego llevarla a tierra para prepararla para otro lanzamiento. Pero cada vez les falta menos; hace unos meses conseguían capturar una en el aire durante unas pruebas.

Será el segundo lanzamiento de Rocket Lab de 2020; el duodécimo de la carrera de Electrón, que lleva 11 de 12 éxitos, desde su estreno en mayo de 2017. Y el primero falló por un problema de configuración en los equipos de tierra, no del cohete. No está nada mal para unos recién llegados; de hecho, en nuestra opinión, están cambiando el concepto del acceso al espacio con lanzamientos frecuentes, rápidos y a un precio tirando a razonable.

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La empresa está trabajando también en la construcción de una segunda plataforma de lanzamiento en el LC-1, de tal forma que antes de fin de año esperan poder hacer lanzamientos sucesivos en cuestión de horas si es necesario. Y es que con las dos plataformas activas se pueden procesar dos Electrón a la vez para su lanzamiento. Tienen, de hecho, permiso para hacer hasta 120 lanzamientos al año.

Obras de la Plataforma B - Rocket Lab
Las obras de construcción de la Plataforma B se pueden ver junto a la reserva de agua - Rocket Lab

Antes de eso deberían poder estrenar su Complejo de Lanzamiento 2 (LC-2) situado en la isla Wallops en Virginia, Estados Unidos, algo que también se ha visto retrasado por la pandemia. Allí pueden hacer hasta doce lanzamientos al año.

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