Por @Wicho — 31 de enero de 2020

Rocket Lab, una empresa a la que no hay que perderle la pista gracias a su cohete Electrón, que está revolucionando el mercado de los lanzadores pequeños, ha llevado a cabo con éxito su primer lanzamiento de 2020. La misión, bautizada como Birds Of A Feather, puso en órbita una carga secreta de la National Reconnaissance Office (NRO, Oficina Nacional de Reconocimiento), la agencia del gobierno de los Estados Unidos que se encarga de los satélites espía; de ahí que la carga sea secreta. Sólo sabemos que se llama NROL-151.

Es el primer lanzamiento de la NRO que se produce desde fuera de los Estados Unidos. Es también el primero que la agencia ha contratado bajo el mecanismo Rapid Acquisition of Small Launch, Adquisición Rápida de Pequeños Lanzadores, que le permite lanzar satélites pequeños con relativamente poca preparación.

Y es precisamente en este campo en el que el Electrón y Rocket Lab funcionan muy bien, ya que tienen una fábrica capaz de producir un Electrón a la semana, con lo que son ágiles de cara a ofrecer un hueco en su lista de lanzamientos. Y eso que aún no han empezado a utilizar la plataforma que han construido en los Estados Unidos.

NROL-151 bajo su cofia protectora - Rocket Lab
NROL-151 bajo su cofia protectora - Rocket Lab

El Electrón, con 17 metros de alto, 1,2 de diámetro, y un peso al lanzamiento de 12.250 kilos, es un cohete de tres etapas construido íntegramente en fibra de carbono. Su motor, impreso en 3D, utiliza bombas eléctricas para mover el combustible en lugar de las turbobombas a gas de los cohetes más grandes, lo que lo hace más sencillo, barato y en principio más fiable. Está pensado para colocar cargas de entre 150 y 255 kilos en órbita sincrónica al sol, un segmento de mercado con gran demanda, aunque puede alcanzar otras órbitas si el cliente así lo necesita.

Fue el decimoprimer lanzamiento comercial para Rocket Lab, que por ahora lleva un 100% de éxitos en sus misiones comerciales.

Es la segunda vez que la primera etapa simula una vuelta a Tierra y la segunda que impacta en el mar de una pieza, mandando telemetría durante todo el proceso. Y es que Rocket Lab quiere empezar a reutilizar las primeras etapas de los Electrón, haciéndolas volver al estilo de SpaceX. Pero en lugar de aterrizar serán pescadas en el aire por un helicóptero, algo que esperan empezar a hacer en 2020.

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