Por @Wicho — 30 de mayo de 2016

Rosetta despistada

Aprovechando que el núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko está cada vez mas lejos del Sol, con lo que su actividad es cada vez más reducida, los responsables de la misión Rosetta están aprovechando para acercarla lo más posible al núcleo para obtener mediciones e imágenes más detalladas.

Pero aún así el núcleo está lo suficientemente activo como para dar algún susto, como sucedió el 28 de mayo de 2016 cuando la sonda entró en modo seguro a 5 kilómetros de 67P y el centro de control perdió toda comunicación con ella durante casi 24 horas.

El origen del problema estuvo en que los seguidores de estrellas, una especie de telescopios que miran al cielo para localizar estrellas conocidas y así establecer la posición de Rosetta, se confundieron por culpa de los granos de polvo que flotan alrededor del núcleo, pues al ser iluminados por el Sol estos también parecen estrellas al sistema de guiado de la sonda.

67P desde 820 kilómetros el 29 de marzo de 2016
67P desde 820 kilómetros el 29 de marzo de 2016

Esto provocó una serie de errores que terminó por dejar colgados a los seguidores de estrellas y a la sonda en un modo que hizo necesario que desde el control enviaran comandos a ciegas para que se reiniciara.

Al entrar en modo seguro todos los instrumentos científicos quedan apagados para que no interfieran con la recuperación de la sonda, así que ahora toca determinar la posición exacta de Rosetta con respecto a 67P –las primeras imágenes de las cámaras de navegación después del modo seguro llegaron en la mañana del 30 de mayo– y volver a ponerlos en marcha con el objetivo de estar a 30 kilómetros del cometa para el 1 de junio, tal y como estaba previsto antes de que Rosetta se tomara el fin de semana libre.

Los instrumentos de Rosetta
Los instrumentos de Rosetta descritos mediante tuits

No es la primera vez que Rosetta tiene problemas con el polvo en las proximidades del cometa y de hecho el equipo de guiado está considerando seriamente desactivar los seguidores de estrellas en las fases finales de la misión para evitar que provoquen de nuevo la entrada en modo seguro, en especial cuando al final de la misión la sonda esté cada vez más cerca del núcleo para posarse en él, algo que probablemente ocurrirá el 30 de septiembre de 2016.

En ese caso lo que se hará será, con la posición de Rosetta bien fijada, utilizar los giroscopios de a bordo en lugar de los seguidores de estrellas para mantener el control, aunque eso requerirá maniobrar con cuidado para evitar que los giroscopios vayan acumulando errores.

Como siempre en una misión espacial el truco está en encotrar el justo equilibrio entre los riesgos que se asumen y los potenciales beneficios de estos; en caso de Rosetta, según se acerque el final de la misión, cada vez se irán asumiendo más riesgos, aunque siempre con sentidiño.

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