Por @Wicho — 25 de agosto de 2023

Pragyan (Sabiduría), el rover de la misión india Chandrayaan 3 ya rueda sobre la luna. De hecho ya se ha desplazado unos ocho metros. Salió de Vikram (Valor), el aterrizador, algo más de cuatro horas después del alunizaje porque antes era necesario comprobar la inclinación del aterrizador, las condiciones del terreno circundante, la temperatura, y esperar a que se posara el polvo levantado por el aterrizaje.

Para que el rover pudiera bajar a la superficie de la Luna Vikram desplegó una rampa de dos segmentos, mientras que el rover se encargó de desplegar su panel solar:

A estas alturas los tres instrumentos del aterrizador –ILSA, RAMBHA y ChaSTE– ya están en funcionamiento; de hecho lo están desde el jueves 24, unas horas después del aterrizaje. RAMBHA-LP estudiará el plasma (iones y electrones) presente sobre la superficie de la Luna; ChaSTE medirá las características térmicas de la superficie; y el sismómetro ILSA medirá cualquier posible actividad sísmica.

También está ya en marcha SHAPE, el único instrumento que monta el módulo de propulsión que llevó la misión hasta la Luna y que ahora hace además de relé de comunicaciones.

Igual que lo están los dos instrumentos que monta Pragyan, el espectrómetro APXS para estudiar la composición del suelo; y el espectrómetro láser LIBS, que medirá específicamente la presencia de magnesio, aluminio, silicio, potasio, calcio, titanio y hierro en el suelo y en las rocas próximas.

Y es que hay una cierta prisa porque tanto el aterrizador como el rover funcionan con energía solar y en cuanto caiga la noche en la zona de la Luna en la que están, lo que sucederá en un par de semanas, está previsto que «mueran» congelados ya que no montan ningún elemento que permita mantener sus tripas a una temperatura compatible con la vida (electrónica).

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