La Crew Dragon Resilience atracada en la Estación Espacial Internacional – NASA
Dmitry Rogozin, el máximo responsable de Roscosmos, acaba de anunciar durante el 72 Congreso Internacional de Astronáutica que por fin están dispuestos a que algún cosmonauta vuele en la Crew Dragon. La idea es que la NASA y Roscosmos intercambien asientos sin coste en las Crew Dragon y las Soyuz de tal forma que haya siempre al menos una persona de la otra agencia en cada uno de sus lanzamientos. Así, si cualquiera de las dos naves tuviera que suspender sus vuelos por cualquier motivo ni el segmento estadounidense ni el segmento ruso de la Estación Espacial Internacional (EEI) quedarían sin al menos una persona a bordo para poder atenderlo.
En el pasado Rogozin había puesto en duda la experiencia de SpaceX con misiones tripuladas. Pero con dos misiones completadas sin problemas a la EEI, la DM–1 y la Crew–1, y con la Crew–2 a punto de hacerlo, así como una cuarta a punto de ser lanzada, la Crew–3, por fin ha cambiado de opinión. Y no hay que olvidad que también está Inspiration4, la misión privada de una Crew Dragon recientemente completada.
Lo más pronto que podría empezar a funcionar el acuerdo de intercambio, que en cualquier caso aún tiene que ser redactado y firmado, sería para el lanzamiento de la misión Crew–4, que está previsto para el 15 de abril de 2022 y en la que aún queda una plaza por asignar. Son apenas seis meses pero ya hay cosmonautas que han recibido entrenamiento en las Crew Dragon por si acaso. Si no habría que esperar a la Crew–5 de septiembre de 2022. Por el otro lado lo antes que la NASA podría disponer de una plaza en una Soyuz sin hacer cambios en las tripulaciones ya asignadas sería en la Soyuz MS-23, cuyo lanzamiento está previsto para el otoño de 2022.
Es de suponer que Roscosmos también incluya a la Starliner en el programa de intercambio, pero por ahora la cápsula de Boeing aún tiene que demostrar que es capaz de llegar a la Estación Espacial Internacional. Y luego demostrar que es capaz de hacerlo en una misión tripulada, lo que al paso que van las cosas parece poco probable que suceda antes de 2023.
No será la primera vez que haya cosmonautas a bordo de naves de la NASA; eso ya sucedió durante el programa Shuttle–Mir que estuvo activo de 1994 a 1998. Y no hay que olvidar que si no fuera por los asientos que Roscosmos vendió a la NASA desde 2011 hasta ahora la agencia estadounidense se habría quedado sin medios para enviar a nadie a la EEI tras la retirada de los transbordadores espaciales.
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