Con todo lo que he leído y escrito sobre los transbordadores espaciales de la NASA no me sonaba de nada el OV-095, también conocido como el Transbordador fantasma. O, más formalmente, Shuttle Avionics Integration Laboratory, (Laboratorio de integración de aviónica del transbordador, SAIL), lo que da una pista de para que se utilizaba.
Aunque su forma sólo recuerda a la de un transbordador, SAIL es una reproducción absolutamente fiel de la electrónica de uno. Los componentes son exactamente los mismos y están en la misma ubicación física, aunque sin cubiertas que los tapen para facilitar el acceso.
La idea es que el software de a bordo pueda ser probado en el SAIL antes que en un transbordador de verdad; ya se sabe aquello de que los experimentos en casa y con gaseosa. Además, mientras los transbordadores estaban llevando a cabo una misión, SAIL ejecutaba los mismos comandos por si hubiera necesidad de depurar algo sobre la marcha. O se utilizaba para probar las soluciones a problemas en el transbordador real antes de ponerlas en práctica.
Estaba además conectado a un hardware idéntico al de la sala de control del Centro Espacial Kennedy, con lo que se podían verificar todos los procedimientos en tierra, incluyendo cuenta atrás y abortos.
De hecho debido a su papel en español el nombre correcto sería más bien el Transborador en la sombra que el Transbordador fantasma.
En este hilo de Clint Thomsen se pueden ver algunas fotos:
OV-95 is an exact electronic replica of its siblings, down to the computers and 230 miles of wiring. It was one of two test articles built to troubleshoot systems for spaceflight. The other, OV-99-- otherwise known as Challenger-- was later reconfigured for space flight. pic.twitter.com/Lpq8LtZVoD
— Clint Thomsen (@bmariner) February 13, 2023
SAIL está preservado en el Edificio 16 del Centro Espacial Johnson en Houston, donde puede ser visitado. Un destino más para el viaje espaciotrastornado que incluye al resto de los transbordadores, que se pueden ver en varios centros del país.