Las antenas de radar de Schiaparelli iban montadas en su parte inferior – ESA
Según declaraciones en la radio de Rolf Densing, el director de operaciones del Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la Agencia Espacial Europea, un fallo de software parece ser el culpable de que el aterrizador Schiaparelli se estrellara contra la superficie de Marte el 19 de octubre de 2016.
En concreto Densing dice que los primeros análisis de los datos enviados por Schiaparelli antes de estrellarse indican que el radar que tenía que medir la altura de la sonda respecto al suelo sufrió algún tipo de error de comunicaciones con el software de guiado de la nave, que dejó de recibir datos sobre la altura a la que estaba.
Esto habría causado tanto el desprendimiento prematuro del paracaídas de descenso como el apagado de los motores apenas tres segundos después de haberse puesto en marcha al interpretar el ordenador de a bordo que la nave ya estaba en el suelo. De hecho la sonda llegó a activar sus instrumentos científicos, lo que refuerza esta impresión.
Así, Schiaparelli se estampó contra el suelo de Marte a más de 300 kilómetros por hora tras una caída libre desde una altura de entre 2 y 4 kilómetros.
Mi alemán es más bien nulo, así que esta información la he sacado de un tuit de Susanne Auer y de lo que ha escrito Daniel Fischer en Software-Bug des Radar-Höhenmessers crashte Schiaparelli convenientemente traducido por Google. Las declaraciones de Densing están en línea [en alemán] para quien quiera/pueda comprobarlas.
Hay que esperar a que la ESA termine con el análisis de los datos y a que haga un comunicado oficial al respecto… Pero ¡WTF!
La «ventaja» de esto es que si se confirma que fue un fallo de software esto debería ser, en principio, más sencillo de arreglar que si se tratara de un fallo fundamental en el diseño del hardware de la misión. Es, por ello, una noticia relativamente buena de cara al lanzamiento de ExoMars 2020, que tiene previsto utilizar la tecnología de descenso usada y probada por Schiaparelli.