Por @Wicho — 23 de febrero de 2021

El SLS en el banco de pruebas B–2 del centro Stennis – NASABoeing y la NASA tenían programada para esta semana una segunda prueba de encendido del núcleo central del cohete SLS tras haber fallado la primera de estas pruebas. Pero según se puede leer en Green Run Update: NASA Investigating Valve Performance Before Second Hot Fire tras el fallo de una válvula la prueba ha quedado pospuesta sin fecha.

En concreto se trata de una de las válvulas que regula el suministro de oxígeno líquido a los motores del cohete. En la prueba abortada del 17 de enero funcionó correctamente pero en las comprobaciones previas de cara al segundo encendido ya no era así. Queda ahora ver qué acciones son necesarias para solucionar el problema y a partir de ahí fijar una nueva fecha.

En palabras de la agencia «La NASA está probando el núcleo central en tierra para comprobar el funcionamiento de todos los sistemas antes del vuelo, como ha hecho la agencia con cada nueva etapa de cohete que ha volado jamás. El núcleo central del cohete incluye dos tanques de propelentes y cuatro motores RS-25, kilómetros de cables, toda la aviónica, la electrónica, los ordenadores -el cerebro del cohete- y las conducciones que trabajan juntos para impulsar el cohete durante los primeros ocho minutos de la misión. La serie de pruebas Green Run* es una prueba exhaustiva de la etapa central antes de lanzar las misiones Artemis a la Luna.»

La última vez que hubo problemas con una válvula el retraso fue de seis semanas. Habrá que ver qué pasa ahora. Pero cada día que pasa hace menos probable que el primer y eternamente pospuesto primer lanzamiento de un SLS se produzca antes de que termine 2021, que es la fecha que se maneja ahora.

Eso a su vez hace cada vez más complicado algo que desde el principio –al menos en esta casa– nos pareció imposible: poner una misión tripulada sobre la superficie de la Luna antes de que termine 2024.

Por otro lado hace poco que el senador Richard Shelby, el principal valedor político del SLS, anunciaba que no se iba a volver a presentar al cargo. Y la NASA ya está pidiendo presupuestos para lanzar la sonda Europa Clipper en un cohete distinto al SLS –algo que hasta ahora tenían prohibido–. Así que el futuro de SLS no pinta muy halagüeño, la verdad. Aunque con la cantidad de tiempo y dinero que van invertidos en él la decisión de abandonarlo tampoco es sencilla.

*Green Run es el conjunto de pruebas, cada una más compleja que la anterior, a las que Boeing y la NASA están sometiendo el núcleo central del SLS desde principios de 2020.

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