Impresión artística de una Starliner separándose de la segunda etapa del Atlas V - Boeing
Al final Boeing y la NASA han conseguido encontrar un hueco y adelantan la segunda misión de prueba de la cápsula tripulada Starliner, conocida como OFT-2, al próximo 30 de julio. El lanzamiento está previsto para las 20:53, hora peninsular española (UTC +2) del 30 de julio. Pero es el enésimo cambio de fecha para esta misión, así que ya veremos.
La idea es que una Starliner, no tripulada en este caso, viaje a la Estación Espacial Internacional (EEI) para acoplarse automáticamente en ella, y que tras permanecer unos días allí vuelva a tierra. Con esto se ejecutará lo que será el perfil estándar de las misiones de las Starliner a la Estación. Es una prueba similar a la que hizo la Crew Dragon de SpaceX en marzo de 2019 y es fundamental para que la NASA autorice después una misión tripulada de prueba y más tarde la entrada en servicio regular de la Starliner.
Boeing ha completado recientemente las pruebas de extremo a extremo del software de vuelo del Starliner llevando a cabo una misión simulada de cinco días de la OFT-2 en las que han participado los equipos que estarán a cargo de la misión real y en la que se ha usado el hardware de mayor fidelidad disponible. Todas las acciones recomendadas por el comité independiente como resultado del primer vuelo de prueba de Starliner se han completado y están pendientes de recibir el visto bueno.
Cabe recordar que la OTF-1, la primera misión de prueba de una Starliner, fue un verdadero desastre. Aunque podía haber sido peor. Unas pruebas no demasiado exhaustivas llevaron a que la cápsula recibiera información errónea para su temporizador interno, por lo que tras separarse del cohete que la puso en órbita «pensaba» que estaba en otro momento de la misión y empezó a ejecutar unas maniobras que no tocaban que la llevaron a gastar demasiado combustible. Tanto que, una vez recuperado el control, hubo que descartar que pudiera seguir hacia la Estación. El equipo de la misión, además, tardó en recuperar el control de la cápsula por un error en el diseño de los equipos de comunicaciones. Además, con la cápsula ya en órbita, fue descubierto un error en la programación de sus motores de maniobra que de no haber sido corregido a tiempo podría haber hecho chocar la cápsula con su módulo de servicio tras su separación, con lo que el escudo térmico de la cápsula podía haber resultado dañado y por ello la cápsula destruida durante su reentrada en la atmósfera.
Por ello es tan importante que esta vez Boeing haya hecho una simulación completa de la misión: en el análisis posterior al fallo de la OFT–1 se descubrió que nunca lo había hecho.
Si la OFT-2 cumple con todos su objetivos de forma satisfactoria es posible que hacia finales de este año pueda ser lanzada la primera misiñon tripulada de una Starliner. Irán a bordo Barry Wilmore, Nicole Mann y Mike Fincke.
La Starliner es la segunda cápsula que la NASA ha contratado para el programa de tripulaciones comerciales junto con la Crew Dragon de SpaceX. La idea es disponer de al menos dos tipos de cápsulas lanzadas por otros tipos de cohetes distintos para tener redundancia en el acceso a la Estación Espacial Internacional. Será la primera vez que los Estados Unidos dispongan de dos tipos de naves tripuladas en servicio al mismo tiempo.
Por otro lado, Boeing podrá usar las Starliner para sus propias misiones, igual que SpaceX está a punto de empezar a hacer.
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