El pasado 11 de julio de 2019 la sonda Hayabusa 2 de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) llevaba a cabo la segunda toma de muestras de la superficie del asteroide Ryugu. En este caso esperan haber recogido muestras del material del cráter que la misma sonda creó en abril disparando un proyectil contra el asteroide.
El vídeo de arriba muestra los momentos cruciales de la maniobra y empieza con Hayabusa 2 a unos 8,5 metros de la superficie y termina con la sonda a 150 metros ocho minutos después. El momento de la toma de muestras es bastante obvio porque no sólo el tubo recolector de la sonda toca la superficie del Ryugu sino que en cuanto Hayabusa 2 detecta el contacto le dispara un proyectil de tántalo de cinco gramos a 1.080 kilómetros por hora para asegurarse de que se remueve la superficie y sube material por el tubo.
La JAXA usó tántalo para el proyectil porque es un elemento extremadamente raro que con toda seguridad no habrá en Ryugu. De haber usado algo menos esotérico como el hierro o el plomo los científicos de la misión no tendrían forma de asegurar que si hay hierro o plomo en las muestras que Hayabusa 2 traerá de vuelta esos metales no pertenecen al proyectil sino que forman parte de Ryugu.
Prototipo de los proyectiles de tántalo de Hayabusa 2 – JAXA
Una curiosidad de este vídeo es que ha sido creado con imágenes tomadas por la CAM-H, una cámara que fue financiada mediante una suscripción popular ya que no era necesaria para la misión. Dada la distancia a la que están de la Tierra la sonda y el asteroide –unos 260 millones de kilómetros el día de la segunda toma de muestras– no hay manera de controlar el proceso en tiempo real, así que se encargan de ello de forma autónoma los sistemas de a bordo. Sensores de distancia y cámaras de navegación son los que lo permiten; la CAM-H está para hacer fotos chulas.
Hayabusa 2 tiene aún la capacidad de hacer una tercera toma de muestras pero lo más probable es que después de haber recogido muestras de la superficie del asteroide y del cráter los responsables de la misión decidan no arriesgar más y que dejen sin usar el tercer compartimento.
Está previsto que Hayabusa 2 permanezca hasta finales de 2019 estudiando Ryugu con sus instrumentos de a bordo –y aún le queda un rover por desplegar– antes de partir de vuelta hacia a Tierra para dejar caer la cápsula de muestras en diciembre de 2020.
La JAXA espera que a Hayabusa2 le quede suficiente combustible después de dejar la cápsula de muestras como para poder ir a visitar el asteroide 2001 WR1 en una misión extendida, a dónde llegaría en junio de 2023 para estudiarlo con sus instrumentos.