Por @Wicho — 26 de agosto de 2023

Hace unas horas SpaceX hizo una segunda prueba de encendido estático del Booster B9 que será la primera etapa del próximo Starship que lance. A diferencia de la prueba anterior, que se cortó antes de tiempo, el encendido tuvo la duración prevista. Pero igual que en aquella ocasión no todos los motores Raptor funcionaron correctamente y dos se apagaron antes de tiempo. Aunque es una mejora frente a los cuatro que lo hicieron entonces.

Desde el espectacular fallo del primer lanzamiento de un Starship la empresa lleva trabajando en diversas mejoras tanto para la primera como para la segunda etapa del Starship y para la plataforma de cara al segundo intento de lanzamiento.

De ellas las más visibles son la adición de un anillo en lo alto de la primera etapa que permitirá una separación en caliente entre ambas etapas y la instalación de un sistema de supresión de calor y sonido mediante agua en la plataforma de lanzamiento. La separación en caliente es un método que los Soyuz, por ejemplo, llevan décadas utilizando, y que es más sencillo que la maniobra que había pensado al principio SpaceX que implicaba que el cohete girara sobre su eje de guiñada. El sistema de supresión mediante agua busca evitar que salgan restos despedidos a kilómetros de distancia así como evitar daños en la cimentación de la plataforma.

Si fuera por SpaceX probablemente ese segundo intento de lanzamiento sería a mediados de septiembre. Pero –y es un pero muy importante– hay que ver qué dice la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) sobre esto. Hace poco que ha recibido el informe de SpaceX acerca del primer lanzamiento y aún tiene que analizarlo y ver qué cambios y medidas de seguridad exige antes del próximo lanzamiento.

Quizás convenga recordar que ahora mismo el permiso de SpaceX para lanzar el Starship está suspendido. También falta por ver cómo evoluciona la demanda de una serie de organizaciones medioambientales de la zona que busca que la empresa haga una evaluación completa de impacto medioambiental, algo de lo que hasta ahora se ha librado.

Y hay que ver además si SpaceX se libra de tener que tramitar un permiso para el sistema de supresión de sonido y calor mediante agua. Según la Ley de Aguas Limpias vigente en los Estados Unidos desde 1972 el agua vertida por un sistema de este estilo se considera un contaminante y ha de ser tratado como tal.

Personalmente, como vengo diciendo desde después del primer lanzamiento en abril, creo que no veremos el segundo lanzamiento de un Starship hasta 2024.

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