Por @Wicho — 18 de Octubre de 2016

A las 16:42 del 19 de octubre de 2016, hora peninsular española, el aterrizador Schiaparelli de la misión ExoMars 2016 de la Agencia Espacial Europea se encontrará con la atmósfera de Marte a 121 kilómetros de altitud y a una velocidad de 21000 kilómetros por hora.

Su escudo térmico, su paracaídas y sus motores, así como un montón de sensores y el software que controla todo esto tienen la misión de hacer que en seis minutos pase a estar prácticamente quieto a dos metros de la superficie del planeta, momento en el que los motores se apagarán.

Secuencia de aterrizaje de Schiaparelli
Secuencia de aterrizaje de Schiaparelli – clic para ver en grande – ESA

Una estructura deformable situada en la parte inferior de Schiaparelli absorberá el impacto contra el suelo de sus 600 kilos de masa –aunque allí pesan unos 227 kilos– tras caer esos dos metros.

15 minutos después, si todo ha ido como está programado, el aterrizador se pondrá en reposo hasta que unas horas después pueda establecer comunicaciones con la Mars Reconnaissance Orbiter para pasarle los datos e imágenes recogidos durante su descenso, ya que no puede comunicarse directamente con la Tierra; de este modo se ahorra batería.

Schiaparelli sólo estará activo durante unas cuantas horas cada día –sus baterías no durarán más allá del día 23 de octubre– pero durante sus periodos de actividad recogerá datos acerca de la velocidad y dirección del viento, su humedad, la temperatura y la presión atmosférica en la superficie, y la transparencia de la atmósfera; también realizará las primeras mediciones de campos eléctricos en la superficie del planeta.

Schiaparelli en la superficie de Marte
Schiaparelli en la superficie de Marte – ESA

De todas formas para entonces su misión principal estará ya cumplida, pues ésta es la de probar el método de descenso que la ESA tiene pensado usar para el aterrizaje del rover ExoMars que, si no hay nuevos retrasos, lanzará rumbo a Marte en 2020.

Eso sí, dada la distancia a la que está Marte de la Tierra todo esto tiene que suceder en «piloto automático», ya que no hay manera de controlarlo en tiempo real, aunque a la velocidad que pasan las cosas en este descenso eso igual tampoco era buena idea.

Por ese mismo motivo tardaremos unos 10 minutos extra en recibir confirmación del aterrizaje, con lo que hasta eso de las 17:08 no podremos dejar de mordernos las uñas.

Este vídeo representa en tiempo real el descenso de Schiaparelli, aunque en mi modesta opinión le falta el dato de la velocidad y, sobre todo, el sonido, que ya sebemos que en el espacio no hay sonido, pero en una atmósfera sí, y más cuando se está atravesando esta a más de 20000 kilómetros por hora.

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