Con 18 satélites ya en órbita –aunque los cuatro más recientes aún están en su fase de puesta en marcha– la Comisión Europea ha procedido a la puesta en marcha inicial del sistema de posicionamiento Galileo.
El sistema completo constará de 30 satélites repartidos en tres órbitas distintas, cada una de ellas ocupada por ocho satélites activos y dos de repuesto, así que mientras no están todos operativos la cobertura del sistema no será completa, como se ve en el vídeo de arriba; es necesario recibir la señal de cuatro satélites Galileo para poder fijar la posición.
Pero desde el 15 de diciembre de 2016 los dispositivos equipados para ello –el BQ Aquaris X5 es de los primeros, si no el primero– podrán hacer uso de la señal de esos satélites para determinar su posición.
Impresión artística de un satélite Galileo en órbita – ESA–Pierre Carril, 201
La señal estándar de Galileo es compatible con el GPS estadounidense, por lo que se podrán combinar las señales de ambos, aunque la precisión de Galileo, cuando esté completamente operativo, será de un metro, frente a los varios metros del GPS.
Galileo da tres tipos de servicios: el de posicionamiento abierto a todo el mundo, el de posicionamiento cifrado y protegido, pensado para cuerpos de seguridad, con una precisión de centímetros, y el de retransmisión de señales de balizas de socorro.
El plan de la CE es que Galileo esté completamente operativo en 2020, aunque para ello aún hay que hacer tres lanzamientos cuádruples de satélites, previstos para finales de 2017, 2018 y, probablemente 2019.