En medio de una típica y espesa niebla californiana el cohete Atlas V bautizado como Marvin que tenía que enviar rumbo a Marte la sonda InSight de la NASA y sus compañeros de viaje, los CubeSat MarCO, despegaba del Complejo de Lanzamientos Espaciales 3 de la Base Aérea de Vandenberg a las 13:05, hora peninsular española, del 5 de mayo de 2018, justo en el momento en el que se abría la ventana de lanzamiento.
Trece minutos y dieciséis segundos después del lanzamiento la sonda y los CubeSat estaban ya en órbita, aún unidos a la segunda etapa Centaur del cohete, pendientes de alcanzar la posición correcta en órbita para que les diera el empujón definitivo que los sacara de la órbita terrestre.
Para ello 79 minutos después del lanzamiento la Centaur encendió de nuevo su motor durante casi cinco minutos y medio, lo que les permitió adquirir la velocidad necesaria, y así, a los 93 minutos del lanzamiento la InSight se separaba de la segunda etapa, seguida por MarCO-A a 34 segundos después y MarCO-B 48 segundos después, completando el lanzamiento sin ningún tipo de problemas.
Tanto InSight como MarCO-A (Wall-E) y MarCO-B (Eva) están en comunicación con el control de la misión, desde donde irán comprobando el estado de sus sistemas y preparando las maniobras de ajuste de trayectoria que los pondrán rumbo a Marte. Y es que si bien la Centaur les ha dado la velocidad necesaria en realidad no apuntan todavía hacia Marte para que la Centaur no pueda, bajo ningún concepto, llegar a Marte y contaminarlo con ningún tipo de bacteria o similar. La Centaur, por su parte, hizo una maniobra extra para asegurarse de que se separa de InSight y de sus compañeros de viaje que la ha dejado en una órbita cementerio heliocéntrica.
Durante el tiempo que la Centaur estuvo en órbita esperando al segundo encendido de su motor en las imágenes retransmitidas por la NASA se podía ver como estaba, aparentemente, dando tumbos, lo que puede ser un poco desconcertante si no sabes que eso es parte de una maniobra cuidadosamente programada para que el calor se distribuya uniformemente por toda la superficie y no sólo por el lado que está apuntando al Sol. Es la maniobra conocida como barbecue roll, giro barbacoa. Que los ingenieros de la NASA también tienen su sentido del humor por muy ingenieros que sean.
Insight, la primera misión a Marte diseñada para estudiar específicamente el interior del planeta, llegará a su destino, si todo va bien, el 26 de noviembre. Es un viaje largo a pesar de que el lanzamiento se llevó a cabo precisamente en una de las ventanas de lanzamiento en las que las posiciones de la Tierra y del planeta rojo en sus órbitas minimizan la distancia a recorrer entre ellos.
Si sobreviven al viaje –y comprobar su resistencia fuera de la protección de la magnetosfera terrestre es uno de los objetivos de la misión– los Mars Cube One retransmitirán en directo los datos de telemetría durante el descenso, sin necesidad de esperar a que la InSight lo pase al control de la misión a través de la Mars Reconnaissance Orbiter, algo que hará en cualquier caso… suponiendo que sobreviva al descenso.
Con el aplazamiento del lanzamiento de la misión ExoMars 2018 de la Agencia Espacial Europea a 2020, InSight es la única misión que será lanzada a Marte en la ventana de lanzamiento de 2018. Pero 2020 promete ser un año especialmente activo en la exploración de Marte, pues además del rover de la ESA también está previsto el lanzamiento del rover Mars 2020 de la NASA, el de la sonda Hope de los Emiratos Árabes Unidos, el de un orbitador y un rover chinos, y el del segundo orbitador Indio con destino a Marte, el Mangalyaan 2.
MarsInsight en Twitter como @NASAInSight.