Esta mañana Sergey Prokopyev pilotó la Soyuz MS-23 en modo manual para cambiarla del puerto de atraque del módulo Poisk al módulo Prichal de la Estación Espacial Internacional (EEI), que está a su vez en el extremo inferior del módulo Nauka. La maniobra apenas duró 37 minutos y fue llevada a cabo sin problemas.
Roscosmos dice que el cambio es para «garantizar la seguridad de los paseos espaciales» que se realizarán en primavera y verano de 2023. Y lo cierto es que hay programados al menos tres para las próximas semanas: uno el 18 de abril, otro el 25, y uno más el 4 de mayo. El objetivo es acabar de integrar el módulo Nauka en la EEI con la instalación en su lugar de su radiador externo y de la esclusa ShK. Los dos llevan desde 2010 esperando su momento acopladas al exterior del módulo Rassvet.
Esto tenía que haber quedado hecho en diciembre de 2022 pero primero un fallo en uno de los trajes espaciales Orlán-MKS y luego la fuga de refrigerante de la Soyuz MS-22 obligaron a posponer los paseos espaciales necesarios.
Trasladar de sitio la Soyuz MS-23 garantiza la seguridad de los paseos espaciales en el sentido de que los cosmonautas salen del segmento ruso de la EEI a través de la esclusa del módulo Poisk. Así que si la cápsula sufriera algún tipo de problema durante un paseo espacial podía comprometer la entrada de los cosmonautas. Y quizás no las tengan todas consigo tras los problemas con la Soyuz MS-22 y la Progress MS-21. Usar la esclusa del segmento estadounidense no es una opción porque los conectores para los sistemas internos de los trajes no son compatibles.
A bordo de la cápsula no sólo estaba Prokopyev sino que también lo acompañaban Dmitri Petelin y Frank RubioEsto se hace así por si, por cualquier motivo, la cápsula no puede volver a atracar en la Estación y tiene que volver a Tierra. De ese modo el resto de la tripulación no se queda sin nave. Aunque en el caso de Prokopyev, Petelin y Rubio tampoco sería una novedad, pues tras la fuga de refrigerante la Soyuz MS-22 fue declarada no apta para su uso.
De hecho, y esto es lo más curioso de la maniobra de hoy –ya van 26 veces que una nave se cambia de puerto en la historia de la Estación– es que era la primera vez que los tres estaban a bordo de la cápsula, que fue enviada vacía a la EEI para sustituir a la Soyuz MS-22.
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