Por @Wicho — 30 de julio de 2016

Elon Musk sigue adelante con su plan para dominar el mundo poner en servicio cohetes reutilizables que abaraten el coste de los lanzamientos, en este caso a través de su empresa SpaceX.

Musk ha dicho en varias ocasiones que esperan poder reducir en un orden de magnitud el coste de los lanzamientos; para poder demostrarlo tendrá que conseguir primero volver a lanzar un cohete.

Para ello han comenzado a hacer pruebas de encendido de los motores de la primera etapa del Falcon 9 FT que el 6 de mayo de 2016 lanzaba el satélite de telecomunicaciones JCSat–14 para luego aterrizar en el espaciopuerto flotante Of Course I Still Love You.

Convenientemente sujeto en la bancada de pruebas que la empresa tiene en McGregor, Texas, sus nueve motores Merlin han sido disparados ya dos veces en dos días consecutivos durante dos minutos y medio, el tiempo que tienen que funcionar durante un lanzamiento.

En la bancada de pruebas
En la bancada de pruebas – SpaceX

Instalaciones de SpaceX en McGregor
Instalaciones de SpaceX en McGregor, donde se prueban todos los motores antes de cualquier lanzamiento – SpaceX

SpaceX no espera que esta etapa vuelva a salir al espacio, ya que es la que más daños ha sufrido, pues el JCSat–14 estaba destinado a una órbita órbita de transferencia geosíncrona, con lo que tuvo que volver desde más altitud y a más velocidad que otras primeras etapas lanzadas en misiones con órbitas de destino menos exigentes.

Pero precisamente ese es un buen motivo para usarla en las pruebas en tierra para ver cómo responden los sistemas de a bordo a sucesivos encendidos de los motores.

La información que recopilen será valiosísima de cara a preparar el primer re–lanzamiento de una de las cuatro primeras etapas que llevan recuperadas hasta ahora, algo que esperan que suceda en el otoño de 2016.

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