Décima prueba consecutiva con éxito de los paracaídas Mark 3 – SpaceX
El pasado lunes 22 de diciembre de 2019 SpaceX conseguía dar otro paso adelante de cara a lanzar la primera misión tripulada de una cápsula Crew Dragon al conseguir superar con éxito la décima prueba consecutiva de los paracaídas que han de frenarla antes de amerizar.
Es la tercera versión de los paracaídas que diseña SpaceX, algo que se vio obligada a hacer cuando en abril los resultados de una prueba diseñada para comprobar que la cápsula podía aterrizar con sólo tres de los cuatro paracaídas no dio los resultados esperados. En esa prueba se preparó todo para que uno de los paracaídas fallaran pero los otros tres no consiguieron hacer aterrizar la unidad de pruebas de una forma lo suficientemente suave.
Sin embargo con los Mark 3 las diez pruebas a las que han sido sometidos han salido a la perfección, algo que la NASA consideraba necesario para autorizar una misión tripulada.
El siguiente paso adelante para SpaceX es la prueba en vuelo del sistema de escape de la cápsula. Para ello montará una Drew Dragon en un Falcon 9 y la lanzará rumbo al espacio. Pero justo en el momento conocido como Max Q, el momento en el que actúan las mayores fuerzas externas sobre la cápsula y el cohete, activarán el sistema de escape como si el Falcon 9 hubiera fallado.
En ese momento los motores Super Draco de la cápsula la alejarán rápidamente del cohete y luego los Draco la colocarán en la actitud correcta para poder amerizar a unos kilómetros de la plataforma de lanzamiento tras haber expulsado el módulo de servicio.
Conviene recordar que una Crew Dragon ya llevo a cabo una misión no tripulada a la Estación Espacial Internacional sin ningún tipo de problema en marzo de 2019. Aunque la explosión de esa misma cápsula unos meses después durante unas pruebas ha retrasado la prueba del sistema de escape. La prueba del sistema de escape desde la plataforma ya la pasó en 2015.
El lanzamiento de esa misión, conocida como Dragon 2 in-flight abort test, está previsto ahora mismo para el 11 de enero de 2020. Si todo sale bien –y que le digan a Boeing lo fácil que es que se tuerzan las cosas– la NASA podría autorizar una misión tripulada a la Estación Espacial Internacional en el primer semestre del año.