Por ahora se sabe poco más de lo que dice un teaser-tuit, pero SpaceX dice tener intención de hacer aterrizar una versión modificada de la cápsula Dragon V2 en Marte –sí, se puede aterrizar en Marte– en 2018.
La Dragon V2 es la versión tripulada de las Dragon de carga que llevan suministros a la Estación Espacial Internacional, pero en esta primera misión a Marte no irá tripulada.
Primero, porque aunque tiene capacidad para hasta siete tripulantes su espacio interior es equivalente más o menos al de un monovolumen, con lo que difícilmente iban a aguantar a bordo sus tripulantes durante los meses que les llevaría el viaje.
Pero, sobre todo, porque la Dragon V2 no tiene, ni de lejos, la suficiente protección contra radiaciones para evitar que sus tripulantes se frieran –o quizás más bien se cocieran– durante todo ese tiempo en el espacio.
Así que en vez de con astronautas a bordo la Red Dragon aterrizará en la superficie de Marte con algún tipo de conjunto de instrumentos científicos a bordo proporcionados por la NASA y quizás alguna que otra entidad más.
El lanzamiento correrá a cargo de un cohete Falcon Heavy, un cohete que todavía está por entrar en servicio; la NASA, aparte de con la carga científica, echará también una con el sistema de entrada y aterrizaje que permitirá llegar de una pieza a la Red Dragon al suelo de Marte, pero no pondrá ni un dólar para la misión, con lo que será la primera misión financiada por la iniciativa privada en ir a Marte.
No será fácil, y no les sobra tiempo para llegar a la ventana de lanzamiento de 2018, pero SpaceX promete más detalles en breve… Y si nos atenemos a sus últimos logros, no parece descabellado pensar que lo pueden conseguir.
(Algunos datos vía Universe Today).