Por @Wicho — 31 de octubre de 2016

Explosión del Falcon 9 FT con el Amos–6 a bordo
Explosión del Falcon 9 FT con el Amos–6 a bordo – SpaceX

El 1 de septiembre de 2016 un cohete Falcon 9 FT de SpaceX explotaba en la plataforma de lanzamiento mientras se hacía la última prueba previa a éste. La explosión supuso también la pérdida del satélite de comunicaciones Amos–6, que ya estaba instalado en el cohete.

Aunque al principio se habló de un fallo de los equipos de tierra la empresa pronto se vio obligada a reconocer que el problema parecía estar en el sistema de presurización con helio de los motores del cohete.

Los motores del Falcon 9 queman oxígeno líquido y queroseno, pero además, simplificando un poco las cosas, el sistema usa helio a presión para asegurarse de que ambos fluyen adecuadamente hacia la cámara de combustión. El helio va almacenado en unos contenedores a presión que a su vez están dentro del depósito de oxígeno líquido de la segunda etapa:

Interior del depósito LOX y contenedores de helio
Interior del depósito LOX; los contenedores de helio son las tres estructuras negras – SpaceX

Y según cuenta SpaceX en Anomaly updates mediante pruebas en sus instalaciones de Texas han conseguido producir la rotura de los depósitos de helio en varias ocasiones durante la carga de éste.

No saben exactamente qué causa la ruptura del depósito, y eso es algo que tienen intención de averiguar, pero sí han determinado que tiene mucho que ver con la temperatura que alcanza el depósito durante el proceso, en especial si, como el día de la explosión, se están cargando a la vez el oxígeno líquido y el helio. Esto causa una gran diferencia de temperatura entre la parte del depósito de helio que la está sumergido en oxígeno líquido y la que no y además el helio en sí también modifica la temperatura del proceso; esas diferencias de temperatura entre distintas partes del depósito lo someten a esfuerzos de contracción y expansión que pueden ser la causa de su ruptura.

Así que lo que han decidido hacer a partir de ahora es modificar el protocolo de llenado de los tanques de combustible y de helio del Falcon 9 FT para evitar las condiciones que provocan su ruptura.

Esto les permitirá evitar un rediseño del sistema y el coste asociado en dinero y tiempo que llevaría esto, con lo que SpaceX dice que esperan poder volver a volar antes de que acabe 2016.

Eso sí, el primer lanzamiento de un Falcon 9 reutilizado ya quedará para principios de 2017.

(Algunos datos extra vía Spaceflight 101).

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