Por @Wicho — 12 de abril de 2019

SpaceX lo ha clavado con la primera misión real de un Falcon Heavy. Desde el lanzamiento hasta la puesta en la órbita deseada del satélite de telecomunicaciones Arabsat-6A pasando por la recuperación de las tres primeras etapas y hasta de la cofia protectora. Cabe recordar que en el lanzamiento de prueba de un Falcon Heavy no habían podido recuperar ni el núcleo central ni la cofia.

Con un día de retraso sobre la fecha inicialmente anunciada debido a la presencia de vientos demasiado fuertes –aunque con meses de retraso sobre las previsiones iniciales porque el Arabsat-6A no estuvo listo a tiempo– el primer Falcon Heavy en despegar con una carga real lo hacía a las 00:35, hora peninsular española, del 12 de abril de 2019.

Una vez cumplida su función los dos propulsores laterales aterrizaban en en las Zonas de aterrizaje 1 y 2 de Cabo Cañaveral poco antes de ocho minutos después del despegue.

Y el núcleo central del cohete hacía lo propio aproximadamente a los nueve minutos y 45 segundos en el espaciopuerto autónomo flotante of Course I Still Love You, aunque hubo unos momentos de tensión porque se cortó la señal de vídeo. A casi 1.000 kilómetros de la costa de Florida establece el récord de la recuperación más distante hasta el momento. Ese récord no es especialmente relevante por la distancia en sí sino porque indica que esa primera etapa fue exprimida bastante al limite de sus posibilidades pero aún así pudo ser recuperada.

Mientras tanto, entre los aterrizajes en Cabo Cañaveral y en el OCISLY la segunda etapa del Falcon Heavy entraba en la órbita inicial prevista aproximadamente 9 minutos después del lanzamiento.

Pasada la emoción de los aterrizajes de las tres primeras etapas hubo que esperar casi 25 minutos más hasta que a los 34:05, y tras una segunda ignición de la segunda etapa, el Arabsat-6A se separara de ella, ya en la órbita de transferencia geoestacionaria deseada. Y es que aunque ver aterrizar las primeras etapas nos ponga la piel de gallina no hay que olvidar que el objetivo de la misión era poner en órbita el satélite de telecomunicaciones Arabsat-6A.

La guinda en el pastel para este lanzamiento fue la recuperación de las dos mitades de la cofia protectora. Fueron pescadas flotando en el mar sin daños, al menos según Elon Musk. Serán reutilizadas en un lanzamiento de satélites Starlink, la contselación de acceso a Internet que quiere montar SpaceX.

Así que en total de cinco componentes principales del Falcon Heavy (las tres primeras etapas, la segunda etapa y la cofia) cuatro podrán ser reutilizados. Sólo la segunda etapa se pierde en una reentrada controlada en la atmósfera. Y aunque hace algún tiempo Musk había hablado de la posibilidad de recuperarlas al final han decidido abandonar esa línea de desarrollo.

El próximo lanzamiento de un Falcon Heavy está previsto para junio de 2019. Será la misión STP-2 (Space Test Program 2) de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Esta misión tenía que haber sido la primera misión real de un Falcon Heavy pero como va a lanzar 25 satélites de una tacada se ha ido retrasando porque no todos estaban listos. Esta misión reutilizará los propulsores laterales utilizados en el lanzamiento del Arabsat-6A. Por ahora es el otro único lanzamiento de Falcon Heavy previsto para 2019.

Lo que no se sabe todavía es en qué misión será reutilizado el núcleo central, aunque dado que ha sido exprimido bastante al límite es casi seguro que será en una misión interna de SpaceX para el lanzamiento de satélites Starlink.

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