Con la prueba de motores llevada a cabo en la plataforma 40 del Centro Espacial Kennedy, SpaceX ya está lista para llevar a cabo la primera misión de suministro a la Estación Espacial Internacional en la que usará tanto una primera etapa del cohete Falcon 9 FT como una cápsula Dragon que ya ha sido usadas en misiones anteriores.
En concreto la primera etapa del Falcon 9 es la que se usó para el lanzamiento de la Dragon 11, que volvió a la plataforma de aterrizaje de Cabo Cañaveral unos minutos después de su despegue, mientras que la Dragon es la que llevó a cabo la misión CRS-6.
La carga útil de la misión CRS-13 es de 2.205 kilos, de los que 1.560 van en el compartimento presurizado de la Dragon e incluyen comida y bebida para los tripulantes de la EEI y material para experimentos, entre otras cosas. Los otros 645 kilos van en el «maletero» de la Dragon y son dos instrumentos destinados a ser montados en el exterior de la Estación. Estos son el Total and Spectral solar Irradiance Sensor, destinado a medir la cantidad de luz solar en distintas longitudes de onda que llega a la atmósfera para ver cómo la afecta, y el Atmosphere Space Interactions Monitor, que estudiará las capas más altas de la atmósfera.
Está previsto que la primera etapa del Falcon 9 vuelva a tierra, lo que la convertiría en la tercera en ir y volver dos veces al espacio tras la que lanzó la Dragon 8 y luego el satélite de telecomunicaciones SES-10 y la que lanzó el Bulgariasat-1, que antes había lanzado diez satélites de Iridium Next.
La Dragon, por su parte, terminará su misión cuando americe en el Pacífico.
Así que si todo va bien SpaceX al final de esta misión SpaceX habrá recuperado todo lo recuperable de este lanzamiento y sólo se habrá «perdido» la segunda etapa del Falcon 9.
Y aunque no está dando muchos datos al respecto SpaceX también está trabajando en recuperar las dos mitades de la cofia protectora que cubre la carga útil de los cohetes durante los primeros minutos del ascenso, aunque las Dragon no la necesitan, un componente que cuesta unos cinco millones de dólares, lo que contribuiría a abaratar aún más los lanzamientos.