El puerto de Los Ángeles ha dado permiso a SpaceX para comprar un terreno desocupado de unos 73.000 metros cuadrados, lo que según lo mires equivale a entre unos 18 y algo menos de 7 campos de fútbol. Es lo que tiene el sistema métrico campofutbolero, que como decía Alvy en su momento incluye la única unidad de medida del universo que es a la vez ella misma y el más del doble de ella misma según convenga.
En cualquier caso con este permiso SpaceX puede empezar ya las obras para convertir el Amarradero 240 –que en estos momentos se puede ver desde fuera de la verja, tal y como se aprecia en estas dos fotos de Pauline Acalin– en una fábrica en la que montar los Big Fucking Rocket y en la que procesar y almacenar las primeras etapas de los Falcon 9 tras ser recuperadas después de un lanzamiento.
Al estar al borde del agua se ahorran todo el follón de transportar los cohetes por tierra y desde la misma fábrica se pueden subir a una embarcación que los lleve a donde vayan a ser lanzados.