La Starliner Calypso en la Estación Espacial Internacional a la espera de que se decida su destino – NASA
Tras la más reciente actualización sobre el asunto ahora sabemos que la NASA ya cuenta con que la Starliner de Boeing no entrará en servicio al menos hasta el verano de 2025.
Esto viene de que el pasado 5 de junio Boeing lanzaba por fin la primera misión tripulada de una Starliner con destino a la Estación Espacial Internacional. En principio se trataba de una misión de aproximadamente una semana con la idea de poder certificar la cápsula para su entrada en servicio a principios de 2025.
Pero problemas con el sistema de propulsión hicieron que la misión se prorrogara mientras se investigaban esos problemas. Entre medias la NASA llegó a anunciar dos fechas de retorno que luego dejó pasar para finalmente decir que la cápsula iba a seguir en la EEI indefinidamente. Y en estos momentos eso sigue siendo así mientras Boeing y la NASA hacen las pruebas oportunas.
Mientras, la NASA ya ha programado el lanzamiento de la tripulación Crew-10 con SpaceX para febrero de 2025 en lugar de la de la Starliner-1, la que algún día será primera misión regular de esta cápsula. Y aunque está contando con lanzar la Starliner-1 en agosto de 2025 también va a preparar el lanzamiento de la Crew-11 para esas fechas por si acaso.
Y visto lo visto hasta ahora yo diría que ese por si acaso se va a dar. Además, pienso que se puede aplicar la Ley de Berger, que dice que
Si se prevé que un cohete debute en el cuarto trimestre de un año natural y faltan seis o más meses para ese trimestre, el lanzamiento se retrasará.
En este caso se trata de una cápsula, pero da igual.
Los problemas con la Starliner son de dos tipos. Por un lado los motores de sistema de maniobra de la nave se sobrecalentaron y algunos de ellos resultaron desactivados cuando la cápsula se aproximaba a la estación espacial el 6 de junio. Otro problema, quizá relacionado con el anterior, aunque aún no está claro si sí o si no o si todo lo contrario, son las fugas de helio en el sistema de propulsión de la nave. El helio se utiliza para presurizar los conductos de propelentes para que los motores puedan arrancar.
Boeing y la NASA han hecho numerosas pruebas tanto con los motores de la Starliner Calypso que está acoplada a la EEI como con uno en tierra que desmontaron de otra cápsula. Pero el problema es que no está claro del todo que los resultados sean concluyentes, ya que el régimen de uso de los motores y sus condiciones ambientales no son iguales en tierra que en el espacio. Las pruebas más recientes han tenido lugar ayer mismo y sirvieron para comprobar que 27 de los 28 los motores de la Calypso –uno de ellos se da por perdido– se encienden correctamente y alcanzan la potencia que tienen que producir. Aunque, de nuevo, hay dudas de que estas pruebas sean realmente significativas.
Diagrama de una Starliner. El módulo de servicio, en el que están los propulsores y el sistema de presurización mediante helio, es el rotulado con una B – NASA
Así que ahora mismo todo está pendiente de que Boeing y la NASA consigan convencerse de que es seguro que Butch Wilmore y Sunita Williams vuelvan a tierra en la Calypso, algo que todavía no está claro por mucho que insistan que están autorizados a usarla en caso de emergencia.
Hay una cierta presión, además, para certificar la Calypso para su vuelta porque está ocupando el puerto que debería utilizar la tripulación Crew-9, cuyo lanzamiento está programado para el 18 de agosto. Así que la Starliner debería dejar la Estación como muy tarde el 19 o el 20. Sin embargo la agencia podría decidir posponer el lanzamiento de la Crew-9 unos días para darse más tiempo. Pero entre el 11 y el 23 de septiembre está previsto un relevo de tripulaciones entre dos Soyuz, así que para entonces lo de la Starliner y las Crew Dragon tendría que estar solucionado.
Aunque otra opción que maneja la agencia es que la tripulación Crew-8 parta de la EEI antes de la llegada de la Crew-9 para dejarles el puerto libre sin que la Calypso tenga que irse. Es algo factible pero no es la práctica habitual, que consiste en que la tripulación saliente y la entrante compartan unos días en la Estación para facilitar el proceso.
Una opción más remota pero que, al menos según Steve Stich, el director del Programa de Tripulación Comercial (CCP) de la NASA, la agencia también está estudiando, es que SpaceX pueda rescatar a Wilmore y Williams utilizando una Crew Dragon y que la Calypso vuelva volando de forma autónoma. Aunque insistió mucho en que el objetivo prioritario sigue siendo el de que vuelvan en la Starliner.
Deberíamos saber más en los próximos días una vez que se produzca la reunión en la que se analizarán los datos disponibles para tomar una decisión sobre todo esto. La reunión estará dirigida por Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA. Participarán directores de varios centros de la agencia, así como el ingeniero jefe de la NASA, responsables de seguridad, la Oficina de Astronautas y el Panel Asesor de Seguridad Aeroespacial.
Pero sea cual sea su conclusión es indiscutible que esta misión ha sido un fiasco para Boeing y para la NASA, por mucho que la vendan como una misión de prueba en la que se aprenden cosas. Para Boeing por los eternos retrasos y problemas de la cápsula. Para la NASA por la lamentable comunicación que está haciendo de todo el asunto.