El 4 de noviembre de 2019, tal y como estaba previsto, Boeing llevó a cabo la prueba del sistema de escape de la Starliner, su futura cápsula espacial tripulada. Comprobar su funcionamiento es un paso imprescindible de cara a que la NASA la certifique para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional.
Poco más de minuto y medio después de despegar de la plataforma de lanzamiento de White Sands la Starliner aterrizaba suavemente sobre sus airbags aunque bajo dos paracaídas… lo cual es un pequeño problema porque tendrían que haber sido tres los paracaídas.
Dado que la cápsula no permanece dentro del encuadre todo el rato es difícil ver si es que uno de ellos no se desplegó o si fue arrancado. Pero en cualquier caso, aunque haya servido para comprobar –de nuevo– que la Starliner puede aterrizar con sólo dos paracaídas es algo que Boeing y la NASA tendrán que mirar.
Así que es posible que aún puedan lanzar la misión no tripulada prevista para el 17 de diciembre que tiene como objetivo que una Starliner llegue a la EEI, se acople automáticamente, y tras una semana allí vuelva a Tierra. Es el mismo perfil de misión que la SpX-DM1 que SpaceX llevó a cabo en maro de 2019. Pero es casi seguro que la primera misión tripulada se retrasará mientras se hacen nuevas pruebas con los paracaídas.