Por @Wicho — 7 de septiembre de 2024

[Anotación en actualización]

A primera hora de esta mañana la Starliner Calypso de Boeing terminaba su primera misión tripulada al tomar tierra sin mayores problemas en el Puerto espacial de White Sands en Nuevo México. Pero venía vacía, lo que es un sonado fracaso para la empresa. Y también para la NASA, aunque quizás en menor medida, por no haber mantenido una supervisión más cercana del proceso.

La Calypso despegó el pasado 5 de junio con Butch Wilmore y Sunita Williams a bordo rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) en lo que iba a ser una misión de unos ocho días. Pero, aparte de ser lanzada con una fuga de helio conocida en el sistema de presurización de los propelentes, varios de sus propulsores fallaron durante el primer intento de atraque en la Estación. Esos propulsores pudieron ser reciclados y en el siguiente intento la cápsula atracó sin más problemas.

Por el mismo precio durante el camino hacia la EEI la Calypso desarrolló otras dos fugas de helio. Y otras dos más después de atracar para un total de cinco.

A partir de ahí comenzaron una serie de aplazamientos en el retorno de la misión mientras Boeing y la NASA intentaban averiguar la causa del fallo de los propulsores y, aunque con algo menos de urgencia, el de las fugas de helio. Prueba tras prueba y aplazamiento tras aplazamiento la empresa no conseguía determinar el origen de los fallos.

Así que al final la NASA tomó la opción más razonable al decidir que la Starliner volviera a casa vacía. Algo para lo que, en otro momento WTF hubo que actualizar el software de a bordo cuando en la anterior misión de una Starliner a la EEI, no tripulada, la cápsula había sido capaz de volver por sus propios medios. De ahí que la Calypso haya aterrizado vacía hoy. Algo que no le ha gustado nada a Boeing, claro. De hecho no habrá nadie de la empresa en la rueda de prensa posterior al aterrizaje.

La descripción
La Calypso al ignominioso final de su primera misión tripulada – Boeing

Un problema con esto es que el módulo de servicio, en el que están los propulsores, se separa de la cápsula y resulta destruido mediante una reentrada controlada en la atmósfera. Así que no habrá forma de estudiarlo para intentar averiguar algo más acerca de esos propulsores rebeldes.

En cualquier caso la Calypso va a ser analizada con lupa antes de que la NASA se pueda plantear si aceptarla para el lanzamiento de misiones tripuladas –tiene tres contratadas con Boeing– o no. Por ahora la agencia dice que sigue contando con ellas. Pero a ver.

Butch Wilmore y Sunita Williams, por su parte, volverán a casa en febrero de 2025 a bordo de la Crew Dragon Freedom, que en lugar de con cuatro personas a bordo despegará con tan sólo dos para dejarles sitio. También llevará a bordo los trajes espaciales que usarán Wilmore y Williams durante el viaje de retorno. Porque los trajes de las Crew Dragon no son compatibles con los de las Starliner. Igual que tampoco lo son son las Soyuz.

Pero mientras la Freedom no despega –lo que está previsto para el 24 de septiembre– Wilmore y Williams tendrían que volver a casa, en caso de emergencia, como pasajeros extra en la Crew Dragon Endeavour de la tripulación Crew-8. Para ello han instalado sus asientos, sacados de la Calypso, en la zona de carga de la cabina de la Endeavour. O eso creemos porque ni la NASA ni Boeing ni SpaceX han sido nada claras al respecto.

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