Por @Wicho — 10 de julio de 2018

Impresión artística de Kepler en el espacio

A principios de 2018 la NASA anunciaba que al telescopio espacial Kepler se le estaba acabando el tiempo porque se le está terminando el combustible que necesita para maniobrar y apuntar a la Tierra para transmitir los datos que recoge. Y ahora acaba de anunciar que ante una bajada acusada de la presión del combustible ha decidido ponerlo en reposo hasta que el próximo 2 de agosto pueda enviar los datos que tiene almacenados en su memoria.

Estos datos se corresponden a los primeros 51 días de los 84 posibles de la Campaña 18 de observación de la misión K2, la misión que permitió seguir utilizando el Kepler aún después de que fallaran las ruedas de reacción que lo mantenían estabilizado, lo que en principio tenía que haber acabado con su misión.

La idea de ponerlo en reposo es que no gaste combustible y que así pueda transmitir todos esos datos entre los días 2 y 6 y que después arranque la Campaña 19, aunque si la presión del combustible sigue bajando es posible que no se pueda completarla. Pero a pesar de ello se está planeando la Campaña 20, por si acaso. Sin embargo la NASA tendrá que hilar muy fino porque aunque quiera sacarle el máximo tiempo de uso posible también quieren asegurarse de dejarlo apagado antes de perder el control por falta de combustible.

Afortunadamente ahora tiene un sustituto ya en órbita y próximo a entrar en funcionamiento, el observatorio espacial TESS.

Lanzado el 7 marzo de 2009 el telescopio espacial Kepler ha cumplido con creces su misión, que es la de detectar planetas extrasolares. Y aún después de que haya que apagarlo seguirá produciendo resultados durante años y años mientras científicos de todo el mundo trabajan con los datos que ha recogido.

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