Por @Wicho — 14 de marzo de 2024

Se mire como se mire el tercer lanzamiento de un Sarship ha sido un gran éxito para SpaceX por mucho que no haya logrado todos sus objetivos. Parafraseando a Gisela Baños, hemos visto como se hacía historia en HD gracias a unas impresionantes imágenes retransmitidas vía la constelación de satélites Starlink.

Este Integrated Flight Test 3 (IFT-3, Vuelo de prueba integrado 3) corrió a cargo de un Starship formado por la primera etapa Super Heavy Booster 10 (B10) y la segunda etapa Starship 28 (S28). Y sí, siempre he dicho que es un lío que el cohete entero se llame igual que la segunda etapa.

Las dos etapas incorporaban modificaciones en su hardware y su software gracias a las lecciones aprendidas del IFT-2.

En este sentido SpaceX hizo cambios en los tanques de oxígeno líquido de la primera etapa para mejorar la capacidad de filtración, ya que creen que un atasco en un filtro provocó el apagado prematuro de alguno de los motores Raptor de la B9 y la explosión de uno de ellos. También hizo ajustes en los procedimientos de carga.

En cuanto a la segunda etapa, SpaceX introdujo cambios para reducir las fugas de propelentes, aumentar la protección contra incendios, y modificó las operaciones de vertido de oxígeno líquido.

El perfil de la misión y sus objetivos eran ligeramente distintos al de la IFT-2.

No cambian el despegue y la separación en caliente de las dos etapas, que se produjo aproximadamente a los 2 minutos y 44 segundos. En ese momento todos los motores del B10 estaban apagados salvo los tres centrales, que estaban funcionando al 50 %. El encendido de los seis Raptor de la S28 fue lo que separó ambas etapas. Y se produjo sin ningún tipo de contratiempo.

Una vez producida la separación y mientras la S28 seguía ascendiendo, a los dos minutos y 55 segundos el B10 giró 180 grados para hacer una encendido de los motores que lo puso en una trayectoria de vuelta hacia Starbase. Aunque en este caso el objetivo no era aterrizar en ella sino hacer un amerizaje controlado en el Golfo de México algo más de siete minutos después del despegue. No llego tan lejos sino que se perdió durante el descenso, pero las imágenes que pudimos ver en directo mientras tanto fueron sin duda espectaculares. Pero llegó mucho más lejos que su predecesor, que resultó destruido apenas producida la separación de etapas.

La S28, por su parte, tenía como objetivo desbloquear tres nuevos logros durante su vuelo una vez en órbita, lo que sucedió a los ocho minutos y 55 segundos. Eso en sí ya es todo un logro. Nunca antes un cohete de este tamaño y potencia había conseguido entrar en órbita.

De los tres logros uno era la apertura y el cierre de la puerta de la bodega desde la que en el futuro las Starship pondrán en órbita los satélites Starlink de nueva generación. Aunque en este vuelo no iba, lógicamente, ninguno de ellos a bordo. Es un sistema que, salvando el tamaño, se parece enormemente a un dispensador de caramelos Pez. La apertura estaba programada para los 11 minutos y 56 segundos y el cierre para los 28:21. Las dos cosas se ejecutaron sin problemas.

Otro era la transferencia de diez toneladas de oxígeno líquido entre tanques durante la fase no propulsada del vuelo. Se trataba de una transferencia entre los tanques frontales y los que están en la base de la S28. Es algo fundamental de cara a los futuros lanzamientos con objetivo la Luna, que necesitarán de estas transferencias entre distintas Starship. Así que la NASA estaba especialmente pendiente de esto. Y estará satisfecha porque también se llevó a cabo sin problemas.

El tercero era encender uno de los Raptor en el espacio para hacer una reentrada controlada. Fue la primera vez que uno de estos motores volvía a ser encendido después de su apagado. Para esto SpaceX había modificado la trayectoria del vuelo, que en lugar de terminar en las proximidades de Hawaii terminaba en el Océano Índico. Con esta nueva trayectoria aunque fallara el encendido la S28 caerá al mar al noroeste de Australia sin poner en peligro a nadie. Pero este tercer nuevo logro también se llevó a cabo sin problemas.

De hecho la S28 comenzó su reentrada en la atmósfera, tal y como se puede ver en el vídeo de arriba. Aunque durante ella, a unos 65 km de altitud se perdió la señal de la nave, que SpaceX daba por perdida unos minutos después. Lo que tampoco es de extrañar teniendo en cuenta lo caótica que fue la actitud de la nave durante ella:

Pero como decía arriba, al IFT-3 hay que calificarlo como un éxito rotundo. Casi todo ha salido según lo previsto y SpaceX ha podido recoger datos que le permitirán mejorar las probabilidades de que el IFT-4 cumpla con todos sus objetivos.

Por cierto que hoy, además de ser el día de Pi, es también el día en el que SpaceX ha cumplido 22 años. Y ha recibido un gran regalo de cumpleaños.

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