Por @Wicho — 9 de marzo de 2019

Momento del amerizaje de la DM-1
Momento del amerizaje de la DM-1 – NASA TV

Un amerizaje a algo menos de 400 kilómetros de la costa de Florida a las 14:45, hora peninsular española, del 8 de marzo de 2019 ponía fin a la primera misión de una Crew Dragon, aunque dado que la SpX-DM1 era una misión de prueba en esta ocasión la cápsula no iba tripulada.

Esta última fase de la misión DM-1 comenzaba a las 8:27 de ese mismo día cuando tras recibir la cápsula el comando para desacoplarse de la Estación Espacial Internacional se desconectaban las conexiones entre ambas naves y luego los dos grupos de abrazaderas, uno tras otro, que las unían físicamente.

Una vez liberada la Crew Dragon fue maniobrando para alejarse poco a poco de la Estación –no hay que olvidar que se mueve a unos 28.000 kilómetros por hora– hasta que estuvo a la distancia necesaria de la EEI como para poder encender de nuevo sus motores y frenar para empezar a descender sin riesgo de acercarse de nuevo a la Estación.

Momento del desatraque
Momento del desatraque – NASA TV

La reentrada en la atmósfera comenzó a las 13:48 con la separación del «maletero» de la nave en el que está el compartimento de carga no presurizado –que en esta ocasión no había sido utilizado– y los paneles solares, con lo que a partir de ese momento la Crew Dragon dependía de sus baterías para mantener sus sistemas en funcionamiento.

Un encendido de sus motores de 15 minutos y 20 segundos iniciado a las 13:53 la puso ya en el rumbo adecuado para alcanzar el punto previsto de amerizaje, con lo que la cápsula se giró para poner su escudo térmico por delante en preparación para la entrada en la atmósfera.

Había dos asuntos peliagudos durante la reentrada: por un lado cómo iban a afectar a la aerodinámica de la cápsula los carenados que cubren los motores, carenados y motores que la Dragon de carga no tiene y cómo se iban a comportar los paracaídas, que son de un nuevo diseño. Por supuesto se habían hecho numerosas pruebas y simulaciones, pero la realidad tiene la curiosa costumbre de dar al traste con todo tipo de resultados obtenidos en los ensayos.

Aunque en este caso todo funcionó, al menos aparentemente, según lo previsto y la cápsula amerizaba sin problemas. Inmediatamente dos equipos se pusieron con las tareas de asegurarla para poder izarla a bordo del Go Searcher, el barco de recuperación y la de recoger los paracaídas, que se sueltan en el momento del amerizaje, aunque uno de ellos les dio un poco la lata porque cayó encima de la cápsula.

Así, una hora y seis minutos después del amerizaje la cápsula era depositada en la cubierta de la embarcación, momento en el que en una misión tripulada, y tras asegurarse de que la presión en el interior de la Crew Dragon es igual que la exterior, se habría abierto la escotilla para que salieran los tripulantes. Eso es diferente a cómo se operaba con las misiones Mercury, Gemini o Apolo, en las que los astronautas, con la cápsula aún flotando en el mar, pasaban a una balsa hinchable.

En el Go Searcher
En el Go Searcher – NASA TV

El Go Searcher, aparte de la grúa para pescar la cápsula, tiene también instalaciones médicas a bordo y un helipuerto por si hubiera necesidad de realizar una evacuación médica de alguno de los astronautas.

Curiosamente el izado a bordo de la cápsula fue lo que más se desvió de lo previsto, porque las especificaciones de la NASA dicen que tiene que ser llevado a cabo como mucho en una hora… pero seguro que en esta primera misión no se lo tienen muy en cuenta a SpaceX.

Queda, por supuesto, analizar todos los datos recogidos por los distintos sensores de la nave y de Ripley, el maniquí que la tripulaba, pero Steve Stich, el responsable de la NASA para el programa de Desarrollo de Tripulaciones Comerciales, ya ha dicho que «el vehículo se portó mejor de lo que esperábamos», así que todo indica que están encantados con el desarrollo de la misión. Ripley, por cierto, volvió sola. Ziggy, el peluche con forma de Tierra que la acompañó en el lanzamiento, se quedó a bordo de la EEI a la espera de que Bob Behnken y Doug Hurley vayan a buscarlo en la primera misión tripulada de una Crew Dragon.

Behnken y Hurley tiene también todos los boletos para poder ser los que traigan de vuelta la bandera que la tripulación del Atlantis dejó a bordo de la EEI al partir en la última misión de un transbordador espacial. La idea es que la recoja la primera tripulación en volver a la Estación en una nave estadounidense tras la retirada de los transbordadores.

La bandera del Atlantis
La bandera del Atlantis – NASA

Durante el transcurso de esta misión se produjeron varios «primeros»:

  • Fue la primera vez que una nave diseñada para llevar astronautas a bordo fabricada y operada por una empresa privada era lanzada hacia la Estación Espacial Internacional y también a primera vez que una nave de esas características atraca en ella.
  • Fue la primera vez que una nave estadounidense atracó automáticamente con la EEI: los transbordadores espaciales eran pilotados a mano para hacerlo y tanto la Cygnus como la Dragon de carga son acopladas a la Estación mediante su brazo robot.
  • Fue la primera vez que se usaba uno de los nuevos puertos de atraque que utilizarán tanto la cápsula Orión como cualquier nuevo vehículo comercial que se vaya a acoplar en el segmento estadounidense de la EEI.

El siguiente paso, mientras se analizan los datos, es preparar esta misma cápsula para probar el sistema de escape durante un lanzamiento. Para ello se activará el sistema en el momento en el que se produzca la mayor carga de fuerzas externas sobre el cohete –conocido como max Q– con el objetivo de comprobar que los ocho motores SuperDraco de la Crew Dragon son capaces de alejarla de un cohete que falle en el peor momento del lanzamiento. El cohete utilizará una primera etapa que ya ha volado tres veces y aunque lo más probable es que se pierda lo mismo sobrevive, igual que pasó cuando Blue Origin hizo la misma prueba con su cápsula tripulada. Esta prueba podría tener lugar en abril.

Siendo muy optimista, y si todo va bien, la misión SpX-DM2, que será la primera en la que la Crew Dragon vaya tripulada, podría ser lanzada en julio, aunque lo más probable es que se retrase hasta finales del tercer trimestre del año o principios del cuarto. En cualquier caso a la NASA le vendría de perlas lanzarla antes de que acabe el año, por aquello de que en julio se cumplen 50 años del lanzamiento del Apolo 11.

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