Por @Wicho — 13 de agosto de 2024

Hace apenas unos minutos la cápsula de carga Progress MS-26 ha terminado su misión con una reentrada controlada en la atmósfera sobre el Pacífico. La cápsula iba cargada con materiales de desecho y ya no necesarios a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) que habrán resultado incinerados junto con la cápsula. Aunque cualquier resto que haya podido sobrevivir a la reentrada habrá caído sobre el cementerio de naves espaciales del Pacífico Sur.

Ilustración de la EEI sin la Progress MS-26 acoplada
La EEI sin la Progress MS-26 acoplada – NASA

A su llegada a la EEI el pasado 17 de febrero llevaba a bordo unas 2,5 toneladas de carga. En su compartimento presurizado iban piezas de repuesto, materiales para experimentos científicos, alimentos y suministros médicos y de higiene para la tripulación de la Estación. En sus depósitos lleva 580 kilos de propelentes, 420 kilos de agua potable, y otros 40 de nitrógeno a presión.

Durante su tiempo acoplada a la Estación sus motores fueron utilizados, como es habitual en el caso de las Progress, para subir la órbita de la EEI en varias ocasiones. Y es que aún a una altitud de unos 500 km el rozamiento con la atmósfera hace que su órbita decaiga aproximadamente un kilómetro por mes. Con lo que de no hace estos ajustes la EEI hace tiempo que se habría precipitado en la atmósfera. Estos ajustes en ocasiones también se hace para ajustar la órbita de la Estación para la llegada de naves visitantes. O para esquivar basura espacial.

El puerto que ha dejado libre en el módulo Zvezda será ocupado por la Progress MS-28, cuyo lanzamiento está previsto para el 15 de agosto de 2024 con algo más de dos toneladas y media de carga a bordo.

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