A las 17:50, hora peninsular española, del miércoles 7 de noviembre de 2018 alexander Gerst y Serena Auñón-Chancellor dieron el comando al brazo robot de la Estación Espacial Internacional para liberar el carguero espacial Kounotori 7 tras 41 días en la EEI.
Llevaba en su interior materiales de desecho y ya no necesarios a bordo de la Estación. A cambio había dejado allí 6.200 kilos de suministros, que incluían los racks NASA Express 9B y 10B y un rack de la ESA para probar nuevas técnicas de purificación de aire y generación de oxígeno. Los acompañaban una caja de guantes de la NASA para manipulación de muestras biológicas, un experimento de la JAXA para probar nuevas formas de disipar calor en las naves espaciales, y los CubeSat SPATIUM-I, RSP-00 y STARS-Me, que serán puestos en órbita desde la Estación. También iban a bordo nuevas baterías de iones de litio para sustituir a las de níquel-hidrógeno del sistema eléctrico de la EEI.
Lo normal hasta ahora al final de la misión de un Kounotori era que se destruyera, junto con su contenido, en una reentrada controlada sobre el Pacífico sur pocas horas después de su partida de la EEI. Pero el Kounotori 7 llevaba a bordo la primera HTV Small Re-entry Capsule (HSRC). Es una cápsula de 84 centímetros de ancho y 66 de alto con un peso de 180 kilos diseñada para sobrevivir la reentrada en la atmósfera y descender suavemente al mar bajo un paracaídas. Con un volumen interno de 30 litros en ella se pueden enviar de vuelta a la Tierra hasta 20 kilos de muestras.
Por eso el Kounotori 7 se quedó en órbita a la espera de recibir el comando final para la reentrada en la atmósfera, ya que la meteorología tenía que ser la adecuada para poder recuperar la HSRC, aparte de que es una maniobra que es preferible realizar con luz. Esta orden llegó finalmente el día 10 y así el Kounotori 7 rentraba en la atmósfera a eso de las 20:38, de nuevo hora peninsular española, mientras que la HSRC amerizaba a eso de las 21:00, las 7 de la mañana del día 11 en Japón.
La cápsula, tal y como estaba previsto, fue recuperada por un barco que la llevará a la isla Minami Torishima, situada a 1848 km al sudeste de Tokio. Desde allí un avión llevará el contenedor de muestras propiamente dicho a Japón para su procesado, mientras que el resto de la HSRC hará el mismo camino en barco para su análisis.
Con la HSRC los socios de la Estación Espacial Internacional ganan una segunda forma de mandar muestras de vuelta, aunque sus 20 kilos de capacidad de retorno se quedan un poco en ridículo frente a los aproximadamente 3.000 kilos de las Dragon.