La Soyuz MS-15 durante su descenso – NASA/GCTC/Andrey Shelepin
Un aterrizaje poco después de las 7 de la mañana, hora peninsular española, del 17 de abril de 2020 ponía fin a la misión de la cápsula tripulada Soyuz MS-15 y su tripulación. A bordo venían de vuelta de la Estación Espacial Internacional (EEI) Oleg Skripochka de Roscosmos y Jessica Meir y Andrew Morgan de la NASA.
Como es medianamente habitual la cápsula aterrizó de lado así que el personal de soporte en tierra tuvo que enderezarla antes de colocar la estructura de acceso que permite acceder a la escotilla por la que sale la tripulación.
La Soyuz MS-15 en tierra – NASA/GCTC/Andrey Shelepin
La tripulación de la Soyuz MS-15 esperando a que les ayuden a salir de la cápsula – NASA/GCTC/Andrey Shelepin
Era la tercera misión espacial para Skripochka y la primera tanto para Meir como para Morgan. Skripochka acumula así algo más de 536 días en órbita. Morgan, que llegó a la EEI en la Soyuz MS-13, acumula 272 días en el espacio; Meir, que viajó e la Estación a bordo de la misma cápsula en la que ha vuelto, acumula 205.
Esto convierte a Skripochka en la decimoséptima persona de la historia que más tiempo ha pasado en el espacio. Y de paso también en el decimoséptimo cosmonauta con más tiempo en el espacio porque todos los que le preceden son compatriotas suyos. Morgan se convierte en el cuarto astronauta de la NASA que más tiempo en el espacio ha acumulado y Meir en la sexta. Pero ninguno de ellos se acerca ni de lejos al top 50 de tiempo en el espacio
Durante esta misión Skripochka no participó en ningún paseo espacial, aunque acumula tres en su carrera. Morgan, por el contrario, hizo ni más ni menos que siete, cuatro de ellos junto con Luca Parmitano para reparar el Espectrómetro Magnético Alfa. Meir, por su parte, hizo tres paseos espaciales junto con Christina Koch, incluyendo el primer paseo espacial de la historia a cargo de dos mujeres. Y el segundo y el tercero, claro.
Aparte de los paseos espaciales y del mantenimiento de la Estación desde su interior los tres participaron en la ejecución de cientos de experimentos de todo tipo.
Vuelven, por cierto, a un mundo prácticamente paralizado por la COVID–19.
A bordo de la Estación quedan Chris Cassidy de la NASA como comandante y Anatoly Ivanishin e Iván Vagner como ingenieros de vuelo y miembros del primer reemplazo de la Expedición 63.
Tres que se van y tres que se quedan en la EEI. A la izquierda, de delante a atrás, Cassidy, Ivanishin y Vagner; a la derecha Skripochka, Meir y Morgan – Roscosmos
Si todo va bien el próximo 27 de mayo se les unirán Bob Behnken y Doug Hurley, quienes llegarán a la EEI a bordo de la primera Crew Dragon tripulada. Si no, las cosas se van a complicar un poco porque el lanzamiento de la próxima Soyuz tripulada no está previsto hasta octubre de 2020.
Este posible hueco en la rotación de tripulantes de la EEI es debido a los retrasos que han ido experimentando en su entrada en servicio tanto la Crew Dragon de SpaceX como la Starliner de Boeing. Aunque la NASA está intentando comprar algún asiento más en una Soyuz por si acaso. Por cierto que Rusia ha suspendido la fabricación de cohetes Soyuz debido a la COVID–19. Pero tiene 12 listos para despegar y otros 40 ya construidos a la espera de que se les asigne una misión. Así que sería muy raro que el parón influyera en futuras misiones.
Cassidy, de hecho, no iba a ir en la Soyuz MS-16: ha ocupado la plaza de Akihiko Hoshide con el objetivo de asegurar la presencia continuada de al menos un astronauta estadounidense. Aunque puestos a eso, tampoco Ivanishin y Vagner iban a ir en esa cápsula: los dos sustituyen a Nikolai Tikhonov y Andrei Babkin después de que el primero se hiciera una herida en un ojo hace unas semanas.