Por @Wicho — 15 de octubre de 2020

Impresión artística de la estación orbital lunar - Thales Alenia Space
Impresión artística de la estación orbital lunar - Thales Alenia Space

Thales Alenia Space y la Agencia Espacial Europea (ESA) han anunciado que la primera diseñará y construirá los dos módulos europeos que, según los planes actuales, incorporará la futura estación orbital lunar. Son los módulos conocidos como ESPRIT e I-HAB.

ESPRIT, de European System Providing Refueling, Infrastructure and Telecommunications, Sistema europeo de suministro de combustible, infraestructura y telecomunicaciones, será el primero en ser lanzado y consta a su vez de dos elementos distintos.

El primero, denominado HLCS, de Halo Lunar Communication System, Sistema de comunicación lunar Halo, se encargará de las comunicaciones entre la estación y la Luna. Se acoplará por un lado al Elemento de Potencia y Propulsión de la estación y por otro a HALO, su primer módulo habitable. Debería ser lanzado en 2024 ya acoplado al módulo HALO. En la ilustración de arriba es el módulo que sigue al que está cubierto en material aislante dorado.

El segundo será el ERM, ESPRIT Refueling Module, de Módulo de repostaje ESPRIT. Porporcionará un puerto de atraque a través del que cargar combustible para los motores de iones de la estación y para sus propulsores tradicionales. También incluirá un pequeño espacio habitable con ventanas hacia la Luna. Cuando sea lanzado en 2027 se acoplará a uno de los puertos laterales de HALO. En la ilustración es el módulo circular que apunta hacia la derecha.

I-HAB, de Hábitat internacional, es un módulo que dotará de más espacio habitable a la estación así como de varios puertos de atraque. Su fecha de lanzamiento prevista es 2026. Se acoplará al módulo HALO por el extremo opuesto a ESPRIT. En la ilustración es el que está a la izquierda del todo.

La ESA también contribuirá al programa con la construcción de los módulos de servicio de las naves tripuladas Orión de la NASA.

Hay que tener en cuenta, de todos modos, que todo lo relacionado con la estación orbital lunar es bastante flexible. Si hablando de programas espaciales los planes distan de estar en este caso aún lo están menos. Y son enormemente contingentes en el resultado de las elecciones a presidente de los Estados Unidos del próximo mes de noviembre. Si Donald Trump sale reelegido está bastante claro que la estación seguirá adelante pues está incluida –aunque a estas alturas de forma un poco tangencial– en el programa Artemisa para llevar de nuevo misiones tripuladas a la superficie de la Luna. Si, por el contrario, gana Joe Biden, puede pasar cualquier cosa. Incluso la cancelación del programa Artemisa y del de la estación lunar.

Impresión artística de un astronauta en la Luna durante una de las misiones Artemisa - NASA
Impresión artística de un astronauta en la Luna durante una de las misiones Artemisa - NASA

La estación, también conocida como Plataforma Orbital Lunar Gateway, estará en una órbita halo de seis días que la llevará a un mínimo de 1.500 kilómetros de la superficie de la Luna y a un máximo de 70.000. En los momentos de máxima aproximación será una plataforma ideal para lanzar misiones a la superficie de nuestro satélite o para recogerlas cuando partan de allí. A diferencia de las Estación Espacial Internacional no está previsto que esté tripulada permanentemente sino en periodos de uno a cuatro meses.

Por ahora, aparte de los Estados Unidos, han confirmado su participación en el proyecto la Agencia Espacial Europea, la Agencia espacial Canadiense, y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial. En cuanto a Rusia esta semana ha dicho que es un proyecto demasiado estadounidense y que no participará con ningún módulo aunque no descarta enviar naves a ella si hay un puerto de atraque compatible. Pero la semana que viene ya veremos porque si hay algún país cuya participación dependa de la política más que la de los otros es precisamente Rusia.

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