Por @Wicho — 8 de septiembre de 2023

Virgin Galactic ha llevado hoy en un vuelo suborbital a bordo del avión cohete VSS Unity a tres de sus clientes que habían comprado sus billetes allá por 2005. Como para luego quejarnos de los retrasos de las aerolíneas. Es el cuarto vuelo «al espacio» del avión cohete en cuatro meses, una cadencia nunca antes vista; el octavo en total en su carrera.

Pero a diferencia de los vuelos anteriores no ha habido retransmisión en directo desde el interior del VSS Unity ni la empresa había revelado con antelación los nombres de los suborbinautas (palabro que le he visto a Daniel Marín y me encanta) que iban a bordo.

Aunque al final han resultado ser Ken Baxter, un hombre de negocios de los Estados Unidos, Timothy Nash, nacido en Sudáfrica aunque ciudadano británico, y Adrian Reynard del Reino Unido. La altitud máxima ha sido de 88,54 kilómetros, de ahí lo de «al espacio», ya que la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) pone el límite del espacio en los 100 km.

Galactic03 ha sido el primer vuelo de la empresa en el que los tres ocupantes eran turistas espaciales; en el primero de pago, Galactic01, Italia pagó por hacer volar a varios miembros de su Fuerza Aérea; en el Galactic02 volaron un cliente de pago y una madre y su hija que habían ganado sus billetes en una rifa.

La idea es que en futuros vuelos las cuatro plazas de pasaje disponibles sean ocupadas por clientes de pago en lugar de que una de ellas vaya ocupada por alguien del equipo de formación de suborninautas de Virgin Galactic.

Así la empresa espera ingresar unos 800.000 dólares por vuelo. Que habrá que ver si son suficientes o no para que no corra la misma suerte que su spinoff Virgin Orbit, que cerraba hace unos meses al no conseguir ingresos suficientes para recuperar la inversión.

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