El cohete New Shepard de Blue Origin ha superado una importantísima prueba de cara a su certificación para volar con pasajeros con una prueba con éxito del sistema de escape de la cápsula tripulada.
Unos 45 segundos después de un lanzamiento normal se activó el motor de combustible sólido de la cápsula tripulada que con un empuje de 70000 libras está diseñado para separarla del cohete en caso de emergencia con un encendido de apenas dos segundos.
El motor de escape tiene la capacidad de hacer esto en cualquier momento pero en el lanzamiento de pruebas Blue Origin escogió activarlo justo cuando el cohete pasaba por la fase de máxima presión dinámica, el momento en el que el cohete está sometido a más fuerzas exteriores.
El objetivo de la prueba era demostrar que la cápsula tripulada se separa limpiamente del lanzador, que se aparta de su trayectoria, y que vuelve a tierra con los astronautas sacudidos a conciencia pero sanos y salvos.
Separación
Lo que le pasara al lanzador, que se iba a comer toda la potencia de motor de escape en el momento de la separación, era secundario, y de hecho casi estaban convencidos de que lo iban a perder.
Sin embargo no sólo la cápsula aterrizó sin problemas sino que el cohete fue por quinta vez al espacio y volvió a aterrizar en la plataforma de lanzamiento como si no hubiera pasado nada.
Todo un éxito para la empresa de Jeff Bezos que cada vez parece tener más posibilidades de convertirse en la primera que empiece a hacer vuelos suborbitales tripulados.