Por @Wicho — 22 de mayo de 2021

El SpaceShipTwo VSS Unity, con David Mackay y C.J. Sturckow a los mandos, acaba de volar por tercera vez al espacio. La última vez que lo había hecho fue en febrero de 2019, hace 27 meses de ello. De nuevo se ha tratado de un vuelo suborbital –este avión cohete no está diseñado para entrar en órbita– que ha alcanzado una altitud máxima de 89 kilómetros. Está por encima de los 80 kilómetros que la NASA considera el límite del espacio, no así la Federación Aeronáutica Internacional, que lo coloca en los 100.

En total era el sexto vuelo del Unity, el décimo del programa SpaceShipTwo, y el primero desde Spaceport America, el aeropuerto espacial de Nuevo México en el que Virgin Galactic tiene su terminal de pasajeros.

La empresa ya había intentado este tercer vuelo en diciembre de 2020 pero hubo que abortarlo cuando apenas un segundo después del encendido del motor cohete los ordenadores de a bordo detectaron un problema y lo apagaron. El problema resultó estar relacionado con interferencias entre los equipos electrónicos, así que hubo que rediseñar algunas cosas. En principio iban a volar de nuevo en febrero pero al final no ha podido ser hasta hoy.

De todos modos los 22 meses –si descontamos los cinco meses extra por el problema de las interferencias– venían de que a la vuelta del segundo vuelo al espacio del Unity se descubrieron importantes daños estructurales en los estabilizadores horizontales. La empresa –y la tripulación– tuvieron la inmensa suerte de que no provocaran un accidente que con toda seguridad hubiera sido mortal. Pero a cambio hubo que rediseñar cosas. De hecho Unity volaba hoy con estabilizadores horizontales rediseñados. También iban a bordo algunos experimentos para la NASA y algunos centros asociados.

El VSS Unity en su tercer vuelo al espacio – Virgin Galactic
El VSS Unity en su tercer vuelo al espacio – Virgin Galactic

Viene ahora la tarea de revisar todos los datos obtenidos durante el vuelo pero la idea es hacer otros tres vuelos de prueba más antes de que empiecen los vuelos comerciales. En el primero de estos tres irán por primera vez cuatro personas a bordo; en el segundo irá Richard Branson, aunque no se sabe aún con quién más; y en el tercero y último volaran tres pilotos de la Fuerza Aérea italiana para entrenarse para futuros vuelos al espacio.

Más o menos cuando vuele Branson se pondrán abrirá al público de nuevo la posibilidad de reservar vuelos. Virgin Galactic dice que tiene ya unas 600 reservas. No hay un precio oficial anunciado pero se estima que andará por los 600.000 dólares, un poco menos de 500.000 euros.

Las últimas noticias hablan de que los vuelos comerciales empezarán a principios de 2022. Si no hay más retrasos. Porque no hay que olvidar que los planes para diseñar y construir los SpaceShipTwo fue presentados en septiembre de 2004 con una fecha inicial prevista para los primeros vuelos de 2007. Así que ya veremos.

Porque además tarde o temprano la empresa tendrá que parar el VMS Eve, su avión, nodriza, para someterlo a un mantenimiento por un desgaste excesivo en la cola que parece estar ya pidiendo a gritos. Y sin avión nodriza no hay vuelos, pues los SS2 son incapaces de despegar por sus propios medios. También necesitarán más aviones espaciales, aunque para eso ya han presentado el VSS Imagine, el primero de tercera generación.

Por ahora todo parece indicar que Blue Origin les va a ganar en la carrera por iniciar los vuelos suborbitales turísticos, pues han anunciado su primer vuelo tripulado –aunque aún de pruebas– para el 20 de julio de 2021.

Virgin Galactic está en Twitter como @VirginGalactic. Esa cuenta está también en mi lista de cuentas de Twitter relacionadas con el espacio.

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