En la Universidad de Stanford han creado un prototipo llamado Frankencamera, un cámara de código abierto. La idea es que los programadores puedan añadir funciones y algoritmos de tratamiento de la imagen que hoy en día no incorporan las cámaras convencionales, cuyo código es «alto secreto» propiedad de los fabricantes y que los usuarios no pueden habitualmente modificar.
De momento tiene el sensor óptico de una cámara de 5 megapíxeles de Nokia, que no es gran cosa, y el armatoste es de un tamaño descomunal, pero todo se andará. Seguro que se pueden hacer muchas virguerías a nivel de pre-tratamiento de imagen, color y demás, como las que pueden verse en el vídeo de demostración.
Pero el invento estaría genial incluso para funciones ultra simples que seguramente ya podrían incorporar muchas cámaras de fotos de consumo o de gama media y que por misteriosas razones no suelen tener. Entre las que se me ocurren están disparos a intervalos de tiempo programados (cosa que hacen algunos teléfonos Nokia, pero no muchas cámaras Sony) o poder grabar vídeo a más de 30 fotogramas por segundo aunque sea a menos resolución, para conseguir un efecto cámara lenta más digno.
Seguro que la lista de deseos de funciones a incorporar a la «cámara Frankenstein» sería casi infinita, habrá que irla escribiendo...