Por Nacho Palou — 22 de noviembre de 2016

El fotógrafo David Robinson ha ido un paso más allá de la ya (casi) vulgar fotografía tomada desde un dron, al utilizar uno de estos aparatos voladores como soporte para un flash estroboscópico de alta potencia, un Elinchrom ELB 400 en concreto.

Esta técnica (que también se puede practicar con flashes inalámbricos convencionales, como demostró Nikon hace unos meses) ofrece a Robinson nuevas posibilidades de iluminación utilizando este tipo de flashes, «lo más parecido que hay para simular el brillo de la luz diurna». Con la batería de alimentación el peso de un ELB 400 tampoco es ligero a pesar de ser portátil: pesa entre 1,5 y 2,5 Kg, lo que requiere colocar bien el flash en el dron para equilibrar el peso.

Vía DIY Photography.

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