Aunque se trata de una campaña promocional de la marca de agua embotellada (Spa, de Bélgica) el experimento tiene su mérito y es interesane. Consiste en utilizar una gota de agua a modo de lente para la cámara. Una gota de agua que sea lo suficientemente transparente cumple con el propósito de servir como lente, del mismo modo que sirve como lupa.
El problema en este caso estaba que dar la forma adecuada a la gota de agua para permitir que la cámara pudiera enfocar. Para lograrlo la forma de la gota de agua se controla aplicando una corriente eléctrica, lo que permite a la fotógrada Robin de Puy enfocar a las personas retradas. La placa sobre la que se “modela” la gota de agua dispone además de un diafragma para controlar la apertura y por tanto el paso de la luz y la profundida de campo.
Las lentes líquidas controladas con ultrasonidos son una posibilidad que se ha explorado antes con el fin de aplicarlas en el futuro a las cámaras de los móviles, por ejemplo — posibilitando cámaras más pequeñas y ligeras.
Vía Digital Trends.