En los últimos tiempos, como me consta que le pasa a muchísimas otras personas, la cámara que más uso, con diferencia, es la del móvil.
Una de las cosas que echaba de menos a la hora de hacer fotos con poca luz o aplicaciones que como AvgCamPro permiten simular exposiciones largas era poder fijar el móvil a un trípode o similar.
Así que terminé por comprarme un GripTight de Joby. Se trata de un pequeño accesorio diseñado para esto que cuando no está en uso queda completamente plano e incluso tiene un agujero para colgarlo de un llavero.
A la hora de usarlo basta con girar 90 grados sus extremos, que tienen unas patas recubiertas en goma con unos topes para sujetar el móvil y evitar que este se escape, y estirar la superior, que va montada en un mecanismo con un muelle, para hacerle sitio al móvil. La parte inferior se atornilla al trípode, y listo.
Sencillo, barato, con un precio de 15 euros, y cumple su cometido perfectamente, así que recomendado.
Eso sí, según el tamaño de tu móvil puedes necesitar el XL, que sirve para teléfonos de 69 a 99 milimetros de ancho; el Regular sirve para teléfonos de 54 a 72 milímetros.