El aspecto de la Hover Camera es cuando menos sorprendente: una especie de delgado libro de plástico, que no es mucho más gran de que una hoja de papel A4, se puede plegar casi a la mitad y es tremendamente ligero (240 gr) gracias a estar construido en fibra de carbono.
Este mini dron está equipado con cuatro motores para flotar en el aire de forma autónoma y sobre todo estable; la una cámara de fotos y vídeo de 13 megapíxeles y 4K está estabilizada mediante un sistema especial para evitar los incómodos temblores que estropean muchas tomas.
Aparte de eso la Hover Camera puede seguir a las personas que están a su alcance mediante un sistema de reconocimiento facial, de modo que las acompaña sigilosamente mientras graba.
Del proyecto de momento hay algunas fotos y el vídeo de demostración, pero tiene pinta de ser otro caso de esos de «que me los quitan de las manos» (especialmente debido al componente selfie). Eso sí: se desconocen los planes de fechas y el precio.