El Premio Nobel de Física de 2009 ha ido a para a tres "maestros de la luz", en palabras de Los Angeles Times. Charles K. Kao, considerado padre de la fibra óptica y Willard S. Boyle y George E. Smith por inventar -y aquí viene lo que nos interesa- el CCD, el sensor que capta la luz en las cámaras digitales en sustitución de la película química convencional.
El CCD -inventado por ambos físicos en 1970 en los Laboratorios Bell- capta las señales luminosas analógicas para que puedan convertirse en señales digitales. No todos los sensores son CCD ya que los sensores CMOS -distinta solución para el mismo concepto- son más habituales en cámaras de consumo ya que incorpora en el mismo dispositivo la circuitería que hace la conversión a digital.
Una de las principales diferencias es en la forma en que ambos tipos de señales captan la luz: mientras que los CCD captan toda la escena de una vez, el CMOS realiza un barrido por el que cada componente sensible capta la escena en secuencia, lo que en ocasiones -dependiendo de la calidad del sensor y electrónica- puede causar curiosos efectos ópticos al capturar objetos en movimiento.