Compartir opiniones es importante. ¿No te ha pasado nunca estar en coche en un semáforo, detrás de alguien que se queda parado cuando se enciende la luz verde y tocas la bocina, para darte cuenta poco después que el coche se le había estropeado y que el conductor realmente no podía hacer nada? Una situación ridícula (…) Pues la mayor parte de las discusiones y faltas de acuerdo son así. Dos personas tienen diferente información, pero creen poder vez la raíz del desacuerdo porque el otro no sabe juzgar la situación, tiene malos modales o unos valores equivocados. De hecho, la mayor parte de la gente opinaría igual si tuviera la misma información. Si te dedicas a perder el tiempo discutiendo sobre los errores y fallos en las opiniones de otras personas, pierdes tu tiempo y el suyo. Lo único útil es examinar las diferencias sobre las suposiciones de cada uno, añadiendo información. Algunas veces basta eso para ver cómo diferentes puntos de vista convergen con el tiempo.
– Los escombros de Dios (Scott Adams, 2001).