AGM X1 4G
Sistema | Android 5.1.1 | |
Pantalla | 5,5" AMOLED | |
Resolución | 1920 x 1080 | |
Peso | 210 gr | |
CPU | Qualcomm Snapdragon octa core | |
Cámaras | 13 / 5 Mpx | |
Memoria RAM | 4 GB | |
Almacenamiento | hasta 128 GB | |
Wi-Fi | 802.11 b/g/n/ac | |
Batería | 5.400 mAh LiPo | |
Precio (PVP) | 300 € |
Otras características: Sensor de huella. Protección IP68. Micro+Nano SIM. Conector microUSB tipo B. Conectividad 2G/3G/4G FDD-LTE. GPS/A-GPS/Glonass. NFC. Sensores: brillo, proximidad, acelerómetro, brújula. Led de notificaciones. Bluetooth 4.0 BLE. Conexión auriculares 3,5 mm. Batería extraíble. Incluye cargador, cable USB, auriculares.
Nos enviaron para pruebas un terminal AGM X1, un Android pensado para llevarlo en actividades deportivas y al aire libre principalmente (es una marca china conocida allí especialmente en ese segmento). En este sentido tiene unos cuantos puntos interesantes que quienes hagan uso del móvil en este contexto apreciarán, aunque en otros no destaca especialmente – principalmente porque el sistema con que viene de fábrica es un Android 5.1.
Hardware a prueba de todo tipo de situaciones
La mejor forma de definir al AGM X1 quizá sería «fuertecito»: tiene el tamaño típico de los terminales de 5,5 pulgadas (unos 16 × 12 cm) y algo más de 1 cm de grosor, estilo phablet. Su peso es de 210 gramos y se nota sólido y resistente en la mano, sin duda ayudado por el cristal Gorilla Glass 3 y un cuerpo de una aleación de titanio con ocho tornillos en la trasera (que además es rugosa, lo cual facilita el agarre). En cuanto a colores lo probé en azul mate, pero también lo hay en negro. Deportivo y también «elegante pero informal», como mandan los cánones. Tras pasarse unas cuantas semanas en la mochila entre llaves, cables y otros chismes ha sobrevivido sin un rasguño, ni en el metal ni en el cristal. Un diez en este aspecto.
La resistencia del terminal está certificada como IP68, que en palabras sencillas quiere decir que impide la entrada de polvo totalmente y que puede permanecer sumergido en agua hasta 30 minutos (a 1,5 metros de profundidad como máximo). El precio a pagar por contar con este plus de protección es que los conectores (jack de auriculares y microUSB de carga) están protegidos por una tapa que hay que levantar con la uña y girar cuando se quieran usar – y no siempre se acierta a la primera. (Lo mismo sucede con la ranura SIM/memoria). Detalles como este aparte, es el típico gadget que puede sobrevivir sin pestañear los días de playa, montaña e incluso golpes y otras vicisitudes inesperadas sin mucho problema.
La pantalla de 5,5" Full-HD es del tipo Super AMOLED; en los últimos terminales que he probado y enseñado por ahí hay quien me dice preferir esta tecnología por más brillante y con colores más vívidos que otras. Lo cierto es que tal cual viene configurado se ve estupendamente, mejor que algunos otros teléfonos comparables, y es perfectamente visible desde cualquier ángulo y en condiciones de luz «hostiles».
Buena base tecnológica
El procesador del AGM X1 es un Qualcomm MSM8952 octa core, que obtuvo una puntuación de 703 en CPU y 2.121 en multicore en el test Geekbench 4. Es razonablemente rápido aunque no alcanza la velocidad de otros terminales multicore (¿quizá por el hecho de usar Android 5.1? No pude comprobarlo). En cualquier caso –quizá para compensar– lleva unos generosos 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento ya en placa (ampliables a 128 GB) que lo hacen muy rápido y ágil desde el primer momento.
Las cámaras de foto/vídeo son de 13 y 5 megapíxeles respectivamente, pero la principal (con lente de 75° y ƒ/2,2) tiene dos objetivos y permite hacer fotografías en el llamado modo Dual variando la profundidad de campo entre el sujeto fotografiado y el fondo. La verdad es que los controles son muchos: aparte de todos los automatismos habituales (reconocimiento facial, gestos, belleza, filtros tipo Instagram, temporizador, etc) va un par de pasos más allá.
Por un lado tiene modo HDR para mejorar detalles y sacar colores casi de donde no hay. Por otro tiene un modo de ajustes profesionales, que permite seleccionar ISO, brillo/contraste, ajuste de blancos, tono de color y exposición. Es interesante porque da muchas opciones pero también sucede que las fotos en modo automático no he conseguido que alcancen en calidad a las de otros terminales: tienen tendencia al difuminado y el flare (aún limpiando a menudo la lente) y requiere de mucha luz para que el resultado sea óptimo. Si hay poca luz (e incluso aunque se use el flash) es difícil sacarle mucho partido como cámara fotográfica o vídeo. No obstante para el uso casual y las fotos de recuerdo que hace la mayor parte de la gente sería más que suficiente. Con solo dejar trabajar el modo automático se adapta bien a diversas circunstancias.
En cuanto a la duración de la batería, la que incorpora es ni más ni menos que de 5400 mAh, bastante más capacidad que la de muchos terminales similares. Aunque en algún sitio se habla de «hasta 3 días de batería» lo he encontrado un tanto «optimista» a menos que apenas se use. Es cierto que con uso normal tirando a bajo puede durar un día, día y medio o incluso dos si se desactivan algunas funciones. Así que esto hay que tenerlo en cuenta si se va a usar «en la naturaleza» donde no haya enchufes, que es un poco para lo que está concebido. La velocidad de carga mejora con el Quick Charge de Qualcomm, que hace que se cargue muy rápidamente en los primeros 10 o 20 minutos y luego necesite algo más para el resto.
Otro de los detalles que lleva es el siempre apreciado lector de huellas dactilares, que permite ahorrar tiempo al desbloquearlo y que además funciona incluso en mojado (a menos que tengas los dedos como pasas secas).
Aparte de esto también cuenta con NFC y Tap and Go, para poder utilizarlo con otro móvil o dispositivos «sin contacto». También incluye el pack de sensores habituales: acelerómetro, brújula, proximidad y GPS + Glonass para la geolocalización. La única de estas funciones que se ha mostrado un poco rebelde ha sido quizá la menos usada, la brújula, que requería una sencilla recalibración de vez en cuando.
Un Android mejorable
Quizá sorprendentemente, el AGM X1 se entrega con un sistema Android 5.1.1 (Lollipop) que aunque completamente operativo se antoja un tanto antiguo respecto a las versiones más habituales 6.x actuales que como es sabido están a punto de pasar a la 7.x (Nougat). Si bien parece claro que podrá actualizarse a Android 6 (Marshmallow) no hay oficialmente fecha. Y si diera este salto quizá se podría también plantear pasar a Android 7, pero eso podría ser más complicado y de hecho no está garantizado – muchos fabricantes están en la misma situación. Por otro lado para muchos usuarios eso de «estar a la última» en algo tan abstracto como el sistema operativo no es algo que les preocupe especialmente, mientras funcionen las apps habituales (que funcionan), así que es una decisión personal, como elegir un coche antiguo pero bien probado o esperar a uno más actual pero con alguna tecnología innovadora.
En cuanto a apps viene con todo lo necesario: sistema en castellano, personalización… Quizá lo más llamativo sea una app llamada AGM Special Soldier que sirve como brújula, regla, plomada, nivel… Ideal si te vas de acampada o exploración por ahí, o si trabajas en la construcción. Pero más curioso todavía es que incluya en la misma app un buscador de intensidad de señal de redes de todo tipo y un botón de llamada S.O.S. Digamos que es una especie de app de supervivencia que define claramente que el teléfono está «pensado para la aventura».
El precio del AGM X1 es de unos 300 euros y se puede comprar directamente a través de la web del fabricante (hay más info en su página de Facebook) así como en GearBest, AliExpress e Igogo.