Este llamativo y artístico colgante es una simulación de fluido en tiempo real según va oscilando al estar colgado del cuello de su propietario. Es una curiosa combinación de tecnología y diseño, convertida en un complemento chapado en oro capaz de epatar a cualquiera.
Su creador, Mitxela, tiene una página dedicada a explicar con todo lujo de detalles cómo fue su concepción y fabricación. El resultado es un colgante recargable, con luces LED verdes muy llamativas.
El hardware incluye un microcontrolador STM32L432KC a 100 MHz, un acelerómetro y un controlador de carga MCP73832, entre otros detalles. Está todo montado sobre una placa PCB de cuatro capas de 0,8 mm y luego encapsulado en cobre y recubierto de un cristal de reloj. El software comprueba la «horizontalidad» y movimientos del pequeño gadget y simula el movimiento del fluido virtual como si fuera real.
El chisme es precioso, pero requiere de muchos trucos en cuanto al diseño de la placa, el ensamblaje y las diminutas soldaduras que son necesarias para que todo funcione. Aunque su creador ha ido mejorando el diseño en sucesivas iteraciones el proceso es lento y artesanal.
Es precisamente ese proceso el que aparente ser una de esas actividades que dan gustirrinín, casi como para comprar componentes y herramientas y ponerse al lío, probablemente por lo metódico y tranquilo que parece ser todo el montaje. Aparte de algunos colgantes que puso a la venta no parece fácil producirlo a gran escala.
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