Por @Alvy — 7 de octubre de 2012

El Lockitron [Actualización – cambió de nombre a, o fue adquirido por, MyQ] es el típico invento que ya a primera vista tiene sus pros y sus contras. Como puede verse en el vídeo, es básicamente un cerrojo para puertas controlado a distancia desde el teléfono móvil. Es fácil de instalar, bien parecido y elegante; ha obtenido el respaldo de mucha gente a través de financiación colectiva y seguramente podrá fabricarse de forma industrial.

Ahora bien: ¿realmente es un buen invento? Creo que ejemplifica el dilema de muchos avances tecnológicos. Por un lado permite cosas increíbles como «abrir la puerta de casa desde cualquier parte del mundo» (!!?? extraño mensaje si se medita un poco – no se yo si es la mejor publicidad en plena portada). Por otro parece claro que puede ser más cómodo en ocasiones, y desde luego más cool y futurista.

Pero estoy seguro de que también convierte la casa en un elemento más crackeable: los malos ya no necesitan la llave física y existirán sin duda formas de clonar o interceptar la secuencia de apertura entre el mando y la puerta para vulnerarlo. Esto, por otro lado, no sería nada nuevo dado que ya es habitual en mandos a distancia de coches y otro tipo de puertas, teléfonos y sistemas.

Es sin duda cierto que las &%$&* llaves son objetos detestables, y más increíble todavía que en los albores del siglo XXI no tengan sustituto real que cubra en la práctica todas sus ventajas actuales (coste, universalidad, durabilidad). Pero de momento parece que siguen siendo la mejor solución aunque nos obliguen a acarrear trozos recortados de metal en los bolsillos todo el día.

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