Por Nacho Palou — 31 de octubre de 2016

Lucy es una suerte de robot diseñado para llevar la luz del sol a las estancias o viviendas que no reciben luz natural directa. Se trata de un espejo motorizado que a lo largo del día “sigue” los rayos solares para reflejarlos y dirigirlos allí donde no llegan directamente o donde son necesarios, caso de plantas situadas en el interior.

El robot funciona de forma autónoma: memoriza el lugar hacia el cual debe dirigir los rayos solares y a partir de ahí el espejo se mueve automáticamente utilizando parte de la energía solar que recibe para hacer funcionar el ordenador y los motores eléctricos.

Lucy «simplifica el aprovechamiento de la luz natural y reduce la necesidad de utilizar luz artificial.» Cada Lucy —se pueden utilizar varios simultáneamente— llega a iluminar con una potencia luminosa de hasta 10.000 lúmenes, equivalente a más de una docena de bombillas. No es de esos robot que te pueden llevar el desayuno, pero sí te puede llevar el amanecer a la cama.

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