Por @Alvy — 15 de febrero de 2011

Nokia C6-01

3 estrellas: está bien pero es un poco caro Nokia C6-01. Mis últimas experiencia probando teléfonos de la marca finlandesa no fueron muy buenas, especialmente con el prometedor N8 que resultó una pequeña decepción. Ahora he pasado una semana con el Nokia C6-01 que nos han hecho llegar amablemente y la sensación es mucho mejor: es como llevar un «ladrillo Nokia» de toda la vida, robusto y rápido, pero con muchas de las funcionalidades de los teléfonos inteligentes más modernos.

Diría que el Nokia C6-01 está situado en la gama media-alta; básicamente incorpora de todo, en la línea de las características del hipervitaminado N8, aunque con componentes en ocasiones más modestos. La lista de especificaciones es amplia, incluyendo una pantalla táctil de 3,2" AMOLED que además vibra, sensores de proximidad, orientación y luz ambiente, cámara dual y los botones justos y apropiados en el lateral: volumen, bloqueo, disparador para la cámara, etcétera. Por dentro: GPS, Bluetooth, Wi-Fi, un procesador potente y las aplicaciones Symbian de la marca.

La cámara vuelve a sorprender, como en casi todos los últimos Nokia, por su espectacular calidad. Es de 8 megapíxeles y su punto fuerte es la velocidad: es sin duda el aparato que he probado –incluyendo cámaras– que más rápido puedes sacar de la bolsa, apuntar y disparar. Las fotos son nítidas y coloridas, y en los 2 GB de memoria interna caben unas cuantas. ¿El pero? El zoom. Por desgracia aproximar la imagen tanto en modo cámara de fotos como de vídeo degrada el resultado de forma notable, así que prácticamente hay que considerarlo una opción prohibida. Como detalle simpático y útil, el Flash LED dual se puede convertir con solo mover un botón en una «linterna», algo tan tontorrón como útil.

El C6-01 funciona con Symbian. Aunque el cacao maravillao que tiene Nokia con sus sistemas y productos hace impredecible qué sucederá más allá de la anunciada alianza para incorporar Windows Phone de Microsoft, en la práctica estamos hablando de un teléfono que la mayor parte de la gente lleva en el bolsillo sin preocuparse de «políticas corporativas» o «estrategias de plataformas». Lo cierto es que las revisiones de Symbian 3 desde las primeras versiones han sido efectivas y el C6-01 es tremendamente estable: no solo no se ha colgado ni una sola vez sino que su funcionamiento resulta ágil y rápido, sin perder datos ni conexiones.

A pesar de todas las mejoras introducidas, en el C6-01 el GPS y las aplicaciones de mapas se comportaron de forma un poco caótica. En mi experiencia diría que no es que los GPS de unos fabricantes funcionen y los de otros no; es que padecen una especie de «efecto Forrest Gump» y a veces la unidad que te toca funciona mejor y a veces peor: nunca sabes cuál te va a tocar. En este caso el teléfono se pasó dos días casi sin encontrar la señal del GPS, luego otro par de días captándola más o menos bien y de nuevo perdiéndola como si no estuviera inspirado. Usando los mapas Nokia echaba de menos Google Maps, y las aplicaciones para guardar trayectos en tiempo real apenas funcionaron. Mi sugerencia para quienes sufran de estos problemas es probar bien el aparato y si no funciona simplemente cambiarlo por otro igual en la tienda a ver si hay mejor suerte.

La duración de la batería en el C6-01 es notable, y se aprecian también un montón de mejoras por softwrae ideadas para ahorrar batería e incluso consumo de datos. La configuración por defecto es bastante adecuada y quienes no tengan contratos de datos ventajosos pueden bloquear toda la conectividad innecesaria fácilmente. El comportamiento del Wi-Fi y el Bluetooth es sencillamente perfecto, con conexiones a la primera y sin cortes, algo en otros modelos era un tanto errático, sin que nunca se supiera por qué. Ojalá el navegador web fuera un poco mejor. Quienes estén actualizándose desde otro Nokia anterior además pueden traspasar todos los datos en unos minutos sin ningún problema, porque el software de actualización también funciona a la perfección.

Por desgracia el C6-01 ha heredado de otros modelos las interfaces de teclado táctiles un tanto caóticas que hacen que escribir mensajes o nombres sea casi un rompecabezas en algunas ocasiones –de tanta variedad y «modos» que hay– pero eso no parece tener buen arreglo. En conjunto me pareció un buen teléfono de transición para quienes quieren pasar de un modelo antiguo a algo más «inteligente» sin tener que irse a la gama más alta y pagar precios desorbitados.

Aunque otra triste herencia del C6-01 es el eterno problema del precio: sufre del efecto «100 euros más» que sitúa todo gadget deseable unos 100 euros por encima de lo que a un le parecería razonable pagar. En este caso –y como hago siempre, sin saber lo que costaba mientras lo usaba– calculé en unos 199 euros un precio estupendo para el terminal, pero cuando consulté el PVP en la web para el modelo libre resultó ser de 329€ (IVA incluido). Es una diferencia notable que en cualquier caso puede que compense a quienes prefieran mantenerse unidos a la marca o consigan una buena oferta de contrato con alguna operadora.

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