Nokia se refiere a su N900 como un Internet tablet y no sólo como un teléfono. De este modo parece querer destacar que el N900 es más que nada un ordenador de mano que casualmente permite hacer llamadas.
Pero no hace falta inventar la rueda. La realidad es que el N900 es un smartphone o teléfono inteligente, dispositivo que, aunque es esencialmente un teléfono, gracias a la combinación de un hardware potente y un sistema operativo completo tienen capacidad para funcionar como un ordenador en miniatura y realizar muchas tareas hasta hace no mucho reservados a éstos, como navegar por internet o ejecutar aplicaciones con funciones diversas. Su particularidad en este sentido es que la orientación natural del N900 es horizontal y no vertical.
Un repaso rápido a su configuración interna, ya conocida: el N900 dispone de un procesador ARM de 600 Mhz, 1 GB de memoria y 32 GB de espacio para contenidos y aplicaciones. Esta última memoria puede ampliarse utilizando tarjetas de memoria microSD.
El sistema operativo es Maemo 5. Se trata de una plataforma basada en Linux desarrollada por Nokia para este tipo de teléfonos. Es superior al Symbian OS que es habitual encontrar en los teléfonos del fabricante finlandés. Sin embargo de momento Nokia parece considerarlo poco menos que residual: hace no mucho ya anunció que sólo habría un nuevo modelo Nokia con sistema operativo Maemo a lo largo de todo 2010, anuncio que en principio no motivará a muchos a desarrollar aplicaciones para este sistema.
El interfaz, sin embargo, es muy similar al que decora las últimas versiones Symbian, con sus cosas buenas y sus cosas buenas: es fácil de usar y es fácil ver y entender los elementos que aparecen en pantalla, pero su estética es un poco floja.
Dos cosas que me han gustado mucho son el navegador web y la inclusión de Flash. Es una gozada ver, por ejemplo, vídeos de YouTube directamente en la página en los que están incrustados, sin que al intentar reproducirlos te estrelles contra un muro o tengas que cambiar a una aplicación externa.
El N900 tiene un aspecto y un tamaño agradable. Es de tipo slide horizontal, es decir, el teclado se desliza por debajo de la pantalla. A diferencia de cómo suele ser habitual en los teléfonos, la orientación vertical sólo es operativa para las funciones propias como teléfono –siempre y cuando el teclado esté cerrado ya que no detecta la posición del teléfono– es decir, para realizar llamadas.
La pantalla tiene literalmente dos capas opuestas en cuanto a tecnología y experiencia de uso:
- La inferior es una excelente TFT de 3,5 pulgadas y 800 x 480 píxeles de resolución, que se ve francamente bien y adecua su brillo automáticamente según la luz ambiente.
- La superior es una mediocre superficie táctil que no está a la altura del resto del hardware del teléfono. Es de tipo resistivo, lo que significa que se resiste a ser pulsada, literalmente. Este tipo de superficie táctil se antoja obsoleto y poco efectivo, y causa más de una frustración al tocar y sobre todo al trazar gestos con el dedo sobre ella. De hecho, no admite trazos, sólo pulsación física y arrastrar manteniendo la presión. Por supuesto, no es multi-táctil.
Cuando todas las superficies táctiles a tu alrededor son de tipo capacitivo –desde el trackpad y el ratón a casi cualquier otro smartphone– encontrarse de repente con una pantalla resistiva es incómodo, y supone errar dos de cada tres intentos de actuar sobre ella. Definitivamente no está a la altura de un teléfono que Nokia pretende colocar en la gama alta.
Aunque el N900 me parece uno de los productos más interesantes que ha sacado Nokia en mucho tiempo, ahora mismo es mejor como teléfono que como internet tablet.
Un ordenador es útil por lo que te permite hacer con él, y eso depende de las aplicaciones. Como Maemo apenas tiene base de usuarios ni de desarrolladores tampoco tiene, por tanto, demasiadas aplicaciones. Tampoco la pantalla invita al uso intensivo de éste, y el teclado sólo es válido para escribir.
La Ovi Store para Maemo 5 aún no está disponible, aunque se pueden descargar algunas desde Maemo.org y desde maemo.nokia.com.
Tampoco está del todo claro qué intenciones tiene Nokia para con Maemo, si es una suerte de experimento, una de línea de productos paralela y sin muchas ambiciones o si por el contrario ha llegado para quedarse.
La duda surge por la ausencia de una apuesta clara por esta plataforma, aunque al menos la buena noticia por los desarrolladores interesados es que será relativamente fácil trasladar aplicaciones de Maemo 5 a Maemo 6 (que debería ver la luz en 2010, junto con otro dispositivo con esta plataforma), a Symbian a Windows Mobile y otras, lo cual es un punto favorable que debería animar un poco esta plataforma, que lo merece.