Por @Wicho — 27 de abril de 2016

Foto de familia del Woof3

He estado probando un altavoz portátil Bluetooth Creative Labs Woof3 que me han prestado y la versión TL;DR es cómo puede sonar tan bien un cacharro así de pequeño y de ese precio.

El Woof3 es, oh sopresa, el tercer modelo de esta gama, y añade respecto al anterior la opción de reproducir música en formatos MP3, WMA, WAV, FLAC y APE a partir de una tarjeta microSD, con lo que en total tiene cuatro opciones de entrada: Bluetooth con perfiles para reproducir audio en estéreo, control remoto y manos libres; un conector de audio estéreo de toda la vida de 3,5 mm; el conector USB y la antedicha tarjeta microSD.

Conectividad del Woof3

Conserva el acabado metálico de los modelos anteriores en los que se quedan perfectamente marcadas tus huellas digitales sólo con que mires un poco fijamente al altavoz; está disponible en plata, azul, rojo y dorado.

Woof3 en la manoSu peso es de 237g y mide 75×65×68 milímetros, lo que lo hace perfectamente portable, aunque he echado de menos una bolsita en la que meterlo cuando lo quieres llevar en una bolsa para evitar rayar el exterior; en mi caso lo he solucionado con una bolsa de un disco duro externo portátil que tenía por ahí muerta de risa.

En cuanto a la forma, mejora respecto a la forma de pirámide truncada curvada del Woof 2, pues tiene forma de copa, con lo que los controles quedan perfectamente accesibles a un lado en lugar de debajo del cuerpo del altavoz como en el 2, lo que los hacía imposibles de manejar sin levantar el altavoz.

Los botones del lateral permiten reproducir y poner en pausa la música y saltar a la canción siguiente o volver a la anterior; si mantienes apretados los botones de saltar pista también sirven como control de volumen. No hay forma de reproducir los contenidos de la tarjeta micro SD en modo aleatorio: los va leyendo por orden.

El botón de la parte superior, marcado con un teléfono y el logo de Bluetooth, sirve para pasar de una fuente de audio a otra o para contestar o rechazar llamadas, ya que el Woof 3 sirve de manos libres gracias a un micrófono que incorpora en la parte frontal inferior.

Despista un poco que ese botón incluya el logo de Bluetooth ya que lleva a pensar que podría ser usado para poner el altavoz en modo emparejamiento, pero esto sucede automáticamente al encenderlo: no soporta Bluetooth multipunto, con lo que el primer dispositivo que lo enganche «se lo queda», lo que puede ser un poco incordio si quieres usarlo algunas veces con el ordenador y otras veces con el móvil y tienes los dos cera; tendrás que desactivar el Bluetooth del que no quieres usar en esa ocasión con el Woof3 y esperar a que se conecte

Y hablando de encender el Woof3: lo peor, con diferencia, al menos en mi opinión, de este altavoz, es que cuando lo enciendes suena una musiquita, seguida de la voz de una amable señorita que te dice que el altavoz está en modo emparejamiento, y de un pitido más cuando se conecta vía bluetooh con un dispositivo. Estos sonidos no se pueden anular ni bajar de volumen, y la chica seguirá hablando mientras el Woof3 no se conecte vía Bluetooth o uses el botón superior para escoger otra entrada de audio; muy mal asunto si quieres poner un poco de música si te poner a trabajar al haber llegado a un hotel pasada la medianoche, por ejemplo:

El led que va debajo de la rejilla del altavoz indica, cuando está en azul fijo, que el altavoz esta funcionando; cuando parpadea en azul, que está esperando conexión, y cuando está roja que se está acabando la batería y que hay que recargarla. Hay también un led sobre el conector USB que se pone en rojo mientras se está cargando la batería.

La batería, no reemplazable, por supuesto, se carga vía micro USB (el cable viene incluido), da una autonomía de unas 6 horas según el volumen y lo mucho que toquetees cosas y se recarga en un par de horas. El altavoz se pone en reposo a los 10 minutos si no está sonando audio vía Bluetooth o si no hay ningún cable de sonido conectado; en modo USB está función de reposo no se activa nunca.

En cuanto al sonido, lo decía al principio: me ha sorprendido lo bien que suena el Woof3 para lo pequeñito que es, aunque obviamente no se puede usar para poner música en una fiesta; como manos libres también funciona muy bien.

Así que por los me parece una compra muy recomendable si buscas un altavoz de estos de llevarte puesto; hay montones de ellos en el mercado, pero el bonus extra del lector de tarjetas y su calidad de sonido me parecen argumentos importantes a su favor a pesar de lo brasas que es la chica que vive dentro.

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